DE SOCIOLINGÜÍSTICA LEONESA: CONCIENCIA LINGÜÍSTICA
Y ACTITUDES SOCIOLINGÜÍSTICAS
HÉCTOR GARCÍA GIL
Universidad de León
Introducción
A la hora de abordar las posibilidades y perspectivas de futuro del leonés en el
siglo XXI –entendido leonés como la denominación de las variedades asturiano-leonesas
en el marco territorial de León– es necesario acudir a aquellos datos sociolingüísticos
actuales que nos permitan conocer cómo valora e interpreta la sociedad leonesa este
hecho lingüístico. Es éste un paso previo necesario para una posterior labor de difusión
y dignificación del leonés o asturiano-leonés tal y como se desprende del actual Estatuto
de Autonomía de Castilla y León.
Para ello en un primer momento nos centraremos en las consideraciones sobre el
nuevo marco legal emanado de la última reforma del texto estatutario castellano y
leonés y las posibilidades que emana este reconocimiento legal. Posteriormente, y
núcleo del presente trabajo, se pretende analizar e interpretar los datos que se
desprenden de las encuestas sociolingüísticas realizadas en el norte de la provincia de
León (García Arias & González Riaño, 2006) y del conjunto provincial (García Arias &
González Riaño, 2008), en adelante para una mejor aproximación y entendimiento de la
realidad sociolingüística del marco provincial leonés.
1. El reconocimiento del leonés en el actual Estatuto de Autonomía de Castilla y
León
En la última reforma estatutaria, del año 2007, la Ley Orgánica 14/2007, la
redacción del mismo incluye un artículo 5 donde se habla del patrimonio lingüístico:
[…] Artículo 5. La lengua castellana y el patrimonio lingüístico de la Comunidad.
1. El castellano forma parte del acervo histórico y cultural más valioso de la
Comunidad, extendido a todo el territorio nacional y a muchos otros Estados. La Junta
de Castilla y León fomentará el uso correcto del castellano en los ámbitos educativo,
administrativo y cultural. De igual manera, promoverá su aprendizaje, especialmente
en el ámbito internacional y en colaboración con las Universidades de la Comunidad,
para lo que podrá tomar las medidas que considere oportunas.
2. El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por ese
particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso
y promoción serán objeto de regulación.
3. Gozará de respeto y protección la lengua gallega en los lugares en que habitualmente
se utilice. […]
A la vista de estos datos vemos un reconocimiento legal del leonés al entrar en el
articulado estatutario, en el párrafo segundo del artículo cinco y la inclusión del
mandato de regulación a través de una ley.
Si analizamos (García Gil, 2008) ese artículo 5.2 del Estatuto de Castilla y León,
en lo que parece única concesión en el articulado a las posturas y planteamientos
leonesistas vemos:
Un primer elemento de análisis es la denominación, la cual atiende a leonés, sin
más especificación que lo categorice –lengua o dialecto– ni haga referencia a la unidad
del dominio lingüístico y acude a la denominación historicista pidaliana sin aclarar a
que se refiere en una ambigüedad que parece calculada. Este nombre, si no se acompaña
en desarrollo posterior de explicación de la unidad lingüística con los otros territorios
abre puertas a la aparición de una nueva lengua al menos en lo nominal, algo que parece
estimular determinado leonesismo político, que no tiene reparo de otra manera en
afirmar la leonesidad de Miranda frente a la ruptura con Asturias y una reinterpretación
«sui generis» de la historia de la lengua como lo hacen colectivos tales como El Fueyu,
El Toralín o La Barda, «frente cultural» de la organización política de juventud
Conceyu Xoven. Frente a esto existen colectivos como Facendera pola Llingua, La
Caleya de Llión o Furmientu en Zamora que plantean posicionamientos unitarios en lo
lingüístico entre ambas partes de la Cordillera Cantábrica como decimos en García Gil
(2008):
[...] un mismo cuerpo lingüístico, pero desde la autonomía de actuación y con un
discurso autocentrado en León y llevado a cabo por los agentes sociales y culturales del
país, pero que eso no debe conllevar cerrar la puerta a la colaboración con Asturias y
Miranda, a aprender de los aciertos y errores del proceso de vindicación asturiano y a
valerse de las actividades y materiales ya hechos. Es, entonces, mantener la unidad del
dominio lingüístico ástur o asturleonés, con el mantenimiento de la unidad ortográfica
con Asturias, y en la medida de lo que sea posible con Miranda. Un modelo de lengua
que dentro de la ortografía del asturiano-leonés común que propone la Academia de la
Llingua Asturiana sirva de expresión a las hablas occidentales vivas de León y Zamora.
Es ésta una cuestión de coherencia lingüística, de defensa de pertenencia a un mismo
dominio lingüístico y de economía cultural y de medios. [...]
Presenta esta redacción una singularización que lo descontextualiza del conjunto
del dominio lingüístico y a la vez una categorización difusa, que rehuye de términos
como lengua y lo deja en un ambiguo patrimonio lingüístico, pero como parte de algo
más global asimilado a las fronteras de un marco administrativo autonómico. Es, de esta
manera, una formula de redacción lo suficientemente ambigua para que quepan diversas
interpretaciones y distintas opiniones y susceptibilidades. Una redacción, que
interpretada de manera restrictiva, viendo que aparece en la redacción el concepto
patrimonio, y el respeto y protección podría entenderse como un artículo que hace
referencia al artículo 3.3. de la Constitución Española y no al artículo 3.2 que habla de
las otras lenguas españolas, quedando fuera de esta posible oficialidad y de la Carta
Europea de lenguas regionales o minoritarias en cuanto modalidad lingüística y no
lengua. En otra interpretación en positivo (García Gil, 2008), se singulariza el leonés y
se habla de protección, uso y promoción con lo que podría llegar a ser una oficialidad
parcial o asimétrica en caso de desarrollar el artículo y establecer una ley de lenguas
correspondiente y un desarrollo real y apropiado de las medidas. La interpretación de
esto será algo a ver y analizar en los años próximos. Un patrimonio lingüístico que las
propias leyes de Castilla y León, Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de
Castilla y León en los artículos 64 y 65 define como las lenguas, hablas, variedades
dialectales y modalidades lingüísticas que se han utilizado tradicionalmente en el
territorio castellano y leonés y piden a la administración competente medidas de
protección y difusión.
Un tercer elemento, éste como desarrollo de ser el leonés objeto de protección
específica, es la regulación de su protección, uso y promoción. Es decir, la
implementación de una ley del leonés que garantice su uso y protección y establezca las
medidas pertinentes para su promoción. En ella debería aparecer regulado y con
voluntad de aplicación –verdadero obstáculo a cualquiera de estas medidas y que puede
convertir esa ley en papel mojado– la delimitación del ámbito territorial de aplicación,
la introducción en la enseñanza reglada de nuestra lengua, la promoción de la misma
con actitudes que detengan el proceso de minusvalorización lingüística y la toma de
aprecio por la población leonesa como patrimonio cultural tanto de la gente que lo habla
como los habitantes de las zonas no hablantes. Una ley que tendría que regular su
presencia en la sociedad leonesa –toponimia, medios de comunicación o industria
cultural– así como la creación de un organismo o institución autonómica que atendiera
dichas actividades normalizadoras, partiendo del reconocimiento de la autoridad
lingüística de la Academia de la Llingua Asturiana en este territorio, funcionando como
delegación o co-institución relacionada con la misma y a la vez con autonomía de
actuación en el marco territorial.
Esa ley debería, en definitiva, seguir las directrices de la Carta Europea de las
lenguas minoritarias aplicables a las lenguas regionales o minoritarias no oficiales pero
amparadas por los Estatutos de autonomía
«España declara que, a los efectos previstos en los citados artículos, se entienden por
lenguas regionales o minoritarias, las lenguas reconocidas como oficiales en los
Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Cataluña, Illes
Balears, Galicia, Valenciana y Navarra. Asimismo, España declara, a los mismos
efectos, que también se entienden por lenguas regionales o minoritarias las que los
Estatutos de Autonomía protegen y amparan en los territorios donde tradicionalmente
se hablan. […]
[…]A las lenguas citadas en el párrafo segundo se aplicarán todas aquellas
disposiciones de la parte III de la Carta que puedan razonablemente aplicarse en
consonancia con los objetivos y principios establecidos en el artículo 7. […]»
Igualmente esta Carta Europea en su artículo 7.1.b) obliga a respetar el área
lingüística geográfica por encima de las divisiones administrativas, sin que estas
puedan ser obstáculo al fomento de la lengua regional o minoritaria y, por otro lado el
artículo 14. b) que legitima la existencia de una cooperación lingüística transfronteriza
en el nivel de autoridades locales y regionales. Elementos estos que llevarían a hablar
de una cooperación interautonómica en la protección y promoción de esta lengua y de
acuerdos transfronterizos para el caso mirandés.
Vemos así cómo con este nuevo marco jurídico en el que se va a desenvolver el
leonés en este siglo XXI recién iniciado se abre la posibilidad –y la obligación legal– de
su protección y desarrollo. No obstante para eso considero condición previa conocer la
realidad lingüística y sociolingüística actual del asturiano-leonés en el ámbito territorial
de Castilla y León para establecer esas medidas protectoras, de uso y promoción. Para
ello vamos a analizar e interpretar en este trabajo las encuestas sociolingüísticas
existentes para la provincia de León centrándonos en dos aspectos básicos en una
comunidad lingüística: la conciencia lingüística y las actitudes ante el habla propia
2 Las encuestas sociolingüísticas sobre la provincia de León
A la hora de abordar esa ley de lenguas que parece desprenderse de nuestro
análisis anterior es necesario conocer la realidad lingüística de las tierras de lengua
asturiano-leonesa: extensión, vitalidad, conciencia lingüística, creencia y actitudes. Si
bien desde el ámbito académico tenemos descripciones de conjunto y de la realidad
geolectal, no podemos decir lo mismo desde el plano sociolingüístico, tanto
cuantitativamente como cualitativamente. Tenemos, no obstante en la actualidad dos
encuestas recientes desde una perspectiva sociolingüística de la provincia leonesa, obra
de los profesores de la Universidad de Oviedo y miembros de la Academia de la Llingua
Asturiana, Xosé Lluis García Arias y Xosé Antón González Riaño. La primera atiende a
los municipios del norte de Léon limítrofe con Asturias: I Estudiu sociollingüísticu de
Lleón. Identidá, conciencia d’usu y actitúes llingüístiques nes fasteres que llenden con
Asturies. Xosé Antón González Riaño & Xosé Lluis García Arias del año 2006 y de
ahora en adelante [ESNL-2006] y una ampliación de la misma a todo el territorio
provincial en 2008: II Estudiu sociollingüísticu de Lleón. Identidá, conciencia d’usu y
actitúes llingüístiques de la población lleonesa. Xosé Antón González Riaño & Xosé
Lluis García Arias, de ahora en adelante [ESL-2008]. Faltaría entonces para completar
la visión del asturiano-leonés en el ámbito autonómico de Castilla y León una encuesta
similar en el occidente de Zamora, o bien en su conjunto. Son estos dos trabajos sobre
los que vamos a tratar en las siguientes páginas y que constituyen el material sobre el
que reflexionaremos a la luz de los datos proporcionados en dichas obras. En definitiva,
después de una visión en conjunto de las obras citadas, nuestra labor se centrará en la
interpretación de los aspectos de conciencia y actitudes sociolingüísticas que dan título
al presente trabajo y pueden aportar una visión global de las mismas en el marco
administrativo de la provincia de León, tanto del área asturófona como del conjunto de
la provincia y su actitud ante la diversidad lingüística leonesa.
2.1. Características del estudio. Marco teórico y objetivos.
Ambas encuestas sociolingüísticas (ESNL-2006 y ESL-2008) parten desde una
perspectiva de la sociología del lenguaje:
Hai que dicir que, como nel estudiu precedente, trátase d’una investigación
sociollingüística asitiada dientro de lo que vien denomándose “macrosociollingüística”
o “socioloxía del llinguax”, polo que toma a la sociedá como exa fundamental y
entiende’l llinguax como factor de primer orde pa encadarmar a la mesma y a les
estremaes comunidaes. L’enfoque “macro”, n’efeutu y por exemplu, estudia la eleición
y sobrevivencia de les llingües en contestos billingües, la conciencia llingüística, les
actitúes llingüístiques, los procesos de planificación llingüística, etc... (ESL-2008: 11).
Igualmente los objetivos son bien claros, tal y como se marca al principio de
cada obra (ESL-2008: 12):
Como amuesa’l títulu del trabayu, ésti enfócase naguando por conocer cuála ye la
identidá socio-cultural de la población lleonesa, asina como’l nivel de conciencia y
actitúes llingüístiques de la xente allugao na actual provincia de Lleón.
Queda así perfectamente determinado el método y objeto de las encuestas
sociolingüísticas sobre León, tanto la general como la específica del norte de León. De
esta manera García Arias & González Riaño (ESL-2008: 27) marcan los objetivos
específicos que atienden esta obra:
1.
2.
3.
4.
5.
Conocer el posicionamiento identitario de la población leonesa.
Valorar su grado de conciencia lingüística.
Analizar las actitudes lingüísticas que muestra esa población.
Conocer sus expectativas con respecto al futuro lingüístico.
Explicar, en su caso, las diferencias encontradas, en función de las variables:
sexo, edad, profesión y situación geográfica.
6. Comparar los resultados con los del ESNL-2006
De esa manera, esta encuesta, desde la perspectiva de la sociología del lenguaje
atiende a cuestiones subjetivas de identidad lingüística, conciencia y actitudes y a
aspectos cualitativos de los mismos. Es finalmente una aproximación referencial amplia
al marco territorial leonés y como se desprende del muestreo sin posibilidad de
individualización territorial comarcal o de áreas lingüísticas.
Así, una vez vistos de forma general, el método y objetivos del trabajo, así como sus
aspectos técnicos, vemos una serie de aspectos que nos presentan objeciones, que si
bien no invalidan los resultados y las líneas generales del trabajo, nos hace plantearnos
algunas dudas que pueden distorsionar alguno de los resultados obtenidos y la
posibilidad de la interpretación interesada o partidista de los mismos.
Una primera objeción surgida del propio método –que no lo invalida en absoluto– se
basa en la muestra elegida, en un número que nos hace considerar más cercano a un
sondeo que a una encuesta las muestras elegidas. Sería necesario un mayor número de
encuestas para afinar los datos, dado que estos trabajos sí que nos muestran las
tendencias generales, pero un mayor número de encuestas nos permitiría también
individualizar los resultados por comarcas y por dominios lingüísticos existentes en
León, algo que se habría de tener en cuenta a la hora de la identificación con la lengua
propia, su vitalidad y actitudes.
Otra objeción, no achacable esta al ESNL-2006 y ESL-2008, es el riesgo y el
peligro que puede suponer extrapolar datos subjetivos y cualitativos como si fueran
cuantitativos y si posible manipulación interesada y/o partidista de alguno de ellos, bien
simbólicos como el número de hablantes, nombre de la lengua o vitalidad declarada.
Por último la opción de cuestionario cerrado, que facilita el trabajo también puede
inducir a algunas posibles respuestas –como puede ser en el nombre del habla
tradicional– y que va a contrastar con los datos fruto de respuesta espontánea.
Igualmente la redacción y formulación de alguna de las preguntas pudiera ser lo
suficientemente ambigua o que diera posibilidad a una respuesta más amplia, no
focalizada en lo buscado en la cuestión y a interpretarse de forma extensa como el item
1 0 : Utilizar palabras, expresiones, frases... tradicionales de esta zona de León ¿es
hablar mal y hablar castellano es hablar bien?.
2.1.1 Características técnicas de la encuesta
A partir de un cuestionario sociolingüístico, herramienta de recogida de datos, se
inició una labor de recopilación de datos procedentes de 20 items de respuesta cerrada
(con posibles repercusiones en respuestas como la derivada del nombre del habla local).
Las encuestas se realizaron en castellano, en un total de 400 (ESNL-2006) y 504 (ESL2008) –en los meses de noviembre y diciembre de 2006 y de enero de 2007–. El reparto
de encuestas se hizo a través del peso demográfico de las áreas comarcales
seleccionadas, correspondiendo el mayor número de ellas a las zonas más pobladas, sin
tener en cuenta su situación y adscripción a dominios lingüísticos. El tratamiento de
estos datos se hizo mediante el programa Informático SPSS (Statical Package for the
Social Sciencies), versión 14.0 para Windows. Además del estudio descriptivo de
frecuencias, también se usaron, según las condiciones del hacer contrastivo, el análisis
de varianza factorial Anova y la prueba “Chi-cuadrado”.
La estructura de los trabajos, tal y como expresan los autores (ESNL-2006 Y ESL2008) se distribuye de la siguiente forma:
a) Datos identificativos y características de los sujetos, con cuatro apartados
previos (lugar de nacimiento del sujeto, lugar de nacimiento de los padres,
sexo y edad).
b) Datos relacionados con el sentimiento de identidad: items 1 al 3 (identidad
regional, futuro de León como comunidad, afinidades con otras comunidades).
c) Datos relacionados con la conciencia lingüística: items del 4 al 7 (nombre del
habla del lugar, relación con la cultura tradicional, semejanzas y/o diferencias
con el asturiano y con el castellano).
d) Datos relacionados col prestigio de la lengua tradicional: items del 8 al 10
(estatus como lengua, identidad con la lengua de Asturias, estigma
lingüístico).
e) Datos relacionados con el uso y pervivencia de la lengua tradicional: items del
11 al 14 (competencia comunicativa, lengua familiar, lengua del entorno, nivel
de mantenimiento general).
f) Datos relacionados con las expectativas de futuro: items del 15 al 20
(percepción del peligro de desaparición, implicación personal, reconocimiento
jurídico, colaboración en León y Asturias, presencia escolar, implicación de
las instituciones).
g) Datos relacionados con la profesión del sujeto: apartado final de los
Cuestionarios ESNL-2006 y ESL-2008
De todos los aspectos tratados vamos a centrarnos en la conciencia lingüística,
donde agruparemos los ítems del 4 al 14, y las actitudes sociolingüísticas del 15 al 20.
Dejamos fuera conscientemente los datos 1 al 3, de identificación de grupo étnico o
sociopolítico, en los que se manifiestan claramente un posicionamiento identitario
leonés y una mayor afinidad con Asturias que con otros territorios. Estas
identificaciones territoriales y sociales tendrán su repercusión como veremos en
aspectos pertenecientes a la conciencia lingüística.
3. Conciencia lingüística
En este apartado vamos a centrar nuestra atención en determinados aspectos
derivados de las encuestas que tienen que ver con la identificación, la pertenencia a un
grupo lingüístico, la identificación de usos lingüísticos como propios o ajenos, el
conocimiento de la existencia de una realidad lingüística (Boix i Fuster & Vila i
Moreno, 1998: 281), la conciencia lingüística (language consciousness)
De esta manera vamos a analizar aquellos aspectos de los que se puede derivar la
existencia de una conciencia lingüística y su relación con la comunidad de lengua, la
interrelación lingüística, actitudes y normas de uso, y la integración simbólica, factores
todos ellos interrelacionados en la existencia de una comunidad lingüística (Solé i
Camardons, 2001:71)
3.1 Individualización y similitud del habla tradicional
De esta forma un primer elemento de análisis se centrará en la percepción
individualizada del habla propia frente a otras lenguas vecinas y su relación con otras
variedades del mismo dominio lingüístico.
Si vemos los datos obtenidos en las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008 sobre la
diferencialidad frente al castellano obtenemos los datos sistematizados en el siguiente
gráfico:
Diferencialidad frente al castellano
60
55,6
50
40
32,4
31
30
ESNL-2006
ESL-2008
20,319,6
20
12,614,9
9,7
10
1,8 2,1
0
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
Nada de
acuerdo
Ns/Nc
Vemos a la luz de los resultados cómo los habitantes del norte de León (ESNL2006) en un 75,9% ven diferente su habla tradicional frente al castellano junto al 50,6%
del total de la provincia (ESL-2008), aunque no debemos olvidar que en esta encuesta
se incluyen áreas castellófonas cuyo peso en número de encuestas es superior a las áreas
asturófonas. De esta manera se percibe una distancia lingüística frente al castellano en ls
zonas leonesas del norte y una disolución de la misma en las encuestas generales de la
provincia –con una percepción de esa distancia lingüística en el noroccidente leonés y
un cuestionamiento de la distancia interlingüística en Cabrera, pese a la realidad
lingüística de esa zona, Omaña y lógicamente en Tierra de Campos. Los resultados
“anómalos” frente a la realidad geolectal de Cabrera y Omaña podrían deberse a una de
nuestras objeciones al trabajo, a la escasa muestra (5 y 4 respectivamente) y que no
muestran esa diferencialidad de la lengua histórica (ESL-2008: 81); algo que sí sería
posible en una encuesta de mayor muestreo general y con posibilidad cierta de
individulización comarcal.
El segundo elemento de adscripción correspondería a la identificación con el
asturiano, algo que desde una perspectiva académica ya se expresó en 1906 en la obra
El Dialecto leonés de Ramón Menéndez Pidal.
Similitud con el asturiano
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
43,9
41,8
31,3
26,9
ESNL-2006
ESL-2008
12,5
10,511,9
10,8
3,5
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
Nada de
acuerdo
6,9
Ns/Nc
Nuevamente son los encuestados de los municipios norteños de León (ESNL2006) quienes muestran una percepción de similitud del 75,2%, frente a los datos
provinciales (ESL-2008), en los que l visión de similitud es minoritaria. Destacan aquí
tanto los Ancares –incluido en el dominio gallego-portugués– como Tierra de Campos –
de habla castellana–. En el aspecto de identificación positiva sobresale Laciana.
Podemos ver cómo es la zona norteña la que presenta una percepción destacada
de la distancia interlingüística frente al castellano y su similitud frente al asturiano. Algo
que contrasta con los datos globales de la provincia, en la que se incluyen puntos de
encuesta en los tres dominios lingüísticos existentes en la provincia de León y con un
mayor peso de número de encuestas en zonas en las que el habla tradicional,
históricamente o en la actualidad es el castellano, con lo que consecuentemente ni
perciben distancia alguna frente al castellano ni ven similitud con el asturiano.
Vistos estos datos de individualización del habla tradicional de los leoneses,
mucho más destacado en el norte leonés (ESNL-2006) que en el resto de la provincia
(ESL-2008) abordaremos otros aspectos vinculados al conocimiento de la existencia de
una realidad lingüística propia y que tiene trascendencia interna en cuanto a la
categorización de la misma como lengua y externa, la nominalización del habla propia
el glotónimo y su relación con la realidad lingüística asturiana por encima de los
aspectos académicos y los estudios lingüísticos pertinentes.
3.2 El habla tradicional como lengua
En este apartado se valora la percepción de los encuestados hacia su habla propia
y su adscripción autónoma como lengua o no, la percepción subsidiaria de la misma.
Si analizamos los datos existentes de las encuestas utilizadas vemos como la
percepción autónoma es minoritaria, apenas un tercio de los encuestados responde
afirmativamente a la pregunta sobre el carácter de lengua del habla tradicional.
Nuevamente será la zona norteña la que presente un mayor percepción de singularidad,
pero apenas relevante esta diferencia frente al global provincial (37,4% frente a 35,1%).
La opción subsidiaria es mayoritaria en ambos estudios y destaca el 8,6% de NS/NC de
ESNL-2006. Vemos aquí como la conciencia lingüística de la comunidad refleja lo
transmitido tradicionalmente por la escuela y aceptado mayoritariamente hasta la fecha
por la sociedad, el “leonés” como dialecto, bien histórico o directamente una variedad
actual del castellano. No obstante ese tercio de la población supone una base de trabajo
amplia sobre la que desarrollar posibles trabajos normalizadores y la extensión de la
misma a la población leonesa en general. Precisamente este atributo sociológico, es por
encima de los que pueda determinar la glotología, el que determina la actitud de la
comunidad hacia el habla propia y su consideración de la variedad autónoma como
lengua y por lo tanto, connotada positivamente y es lengua en cuanto sus hablantes así
lo consideren. No obstante, desde una posición neutra, sin optimismo revitalizador ni
pesimismo enterrador de dialectos existe una minoría significativa que considera el
habla tradicional como lengua a pesar de las informaciones contrarias existentes y de la
poca información que sobre el proceso de recuperción lingüística del asturiano existe en
León.
Carácter de lengua
60
53,9
50
44,2
40
30
28
ESNL-2006
24,1
20
ESL-2008
9,4 11
10
9,7
8,6
5,6
5,4
0
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
Nada de
acuerdo
Ns/Nc
3.3 El nombre del habla tradicional
Un aspecto muy importante, dado su simbolismo comunitario, es el glotónimo,
el nombre con el que se refleja la realidad lingüística inmediata y pone en relación con
la comunidad de hablantes y singulariza de otras. Es un proceso simbólico en el que los
elementos identitarios juegan un papel muy importante, por encima de consideraciones
técnicas del ámbito lingüístico y suele responder a identificaciones y motivaciones
primarias, a la vez que es un reflejo del estado de la comunidad lingüística y de los
procesos operantes de sustitución lingüística. Tenemos así este gráfico resumen de la
situación de identificación nominal del habla tradicional. Una realidad que se muestra
compleja y con diversos niveles de análisis y en los que no hay que perder de vista la
situación general de sustitución lingüística en el territorio objeto de estudio.
Nombre del habla tradicional
32,9
28,6
27,8
ESNL-2006
ESL-2008
7,6
Otras
posibilidades
Bable
5
Asturleonés
Leonés
8,5
16,8
13,2
15,5
9,9
Denominaciones
locales
18,5
15,7
Castellano
35
30
25
20
15
10
5
0
Así lo primero que destaca es el carácter mayoritario de castellano –32,9%– en
el ámbito provincial (ESNL-2008), algo que responde a la realidad lingüística
mayoritaria de la provincia. Por el contrario en el norte leonés (ESNL-2006) baja al
15,7%. La representación del nombre del otro dominio lingüístico existente, el gallego
con un 8% aproximadamente (ESL-2008: 72): gallego 4,2%, gallego-leonés 1,8% y
chapurriáu 2,6% (mayoritario en Ancares y presente en El Bierzo).
Nos queda entonces un 60% de la población encuestada que asigna otros
nombres a la realidad lingüística inmediata. Aquí vamos a encontrar diferencias entre la
zona norteña , y de mayor conservación lingüística, y la encuesta provincial global. A
partir de los datos de ESNL-2006 un 28,6% (furniellu, pal.luezu, l.lacianiegu,
valdeonés...) responde con un nombre local o comarcal, algo que se conseña en las
encuestas del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI) una denominación
fragmentaria, que atiende a la realidad territorial y socioeconómica más cercana, o
simplemente lo local: babianu, alistanu, senabrés, carbayés (ALPI) ou furniellu (García
Gil, 2001) hacen referencia al territorio mas inmediato que conoce el hablante y con el
que identifica la lengua. Al lado de estos nombres comarcales tenemos formas como
pachuecu-pachuocu (San Ciprián de Senabria) chapurriáu (Oumaña) o charru (Aliste,
Senabria) o caçurro, chaco o charro en Miranda del Douro (Portugal) que marcan una
actitud en cierta manera minusvalorativa hacia la lengua. Tal y como expresamos en
García Gil (2008) esto puede deberse a la territorialización de la lengua en determinadas
zonas en un proceso histórico continuado hasta la actualidad; la no existencia de un
núcleo principal asturófono; la importancia socioeconómica de las comarcas en este
ámbito: serían estas las microáreas básicas de relaciones sociales y económicas junto a
un secundario intercambio con las comarcas vecinas. Un factor lingüístico sería la
elevación de lo que entienden como particularidades lingüísticas propias a rasgo
identitario primario frente a lugares próximos, de ahí las denominaciones locales junto a
una falta de estima lingüística y por lo tanto, los nombres despectivos hacia el habla
propia.
Por otro lado, sí aparecen en las respuestas ofrecidas, el término leonés (8,5%)
en el norte leonés (ESNL-2006) y que aumenta su porcentaje como referente global en
una encuesta en todo León (ESL-2008) al 27,8%, al entenderlo no tanto como el
nombre del habla local sino como referente identitario primario por encima de la
realidad lingüística actual.. Al lado de ello los términos asturiano o bable tienen en la
encuesta del norte leonés estricto (ESNL-2006) unos resultados del 20,5% las dos
respuestas –5,0% y 15,5% respectivamente– reduciéndose en la encuesta provincial
global –donde se incluyen amplias zonas no asturófonas– a un 5% de los encuestados.
Destaca igualmente un término unitario astur-leonés, mayoritario por sí mismo en el
norte leonés (18,5%) y que para toda la provincia alcanza el 9’9% de los encuestados.
Un término de elaboración, producto de la subjetividad no derivado directamente de
etnónimo o comunidad existente y que supone una elaboración teórica de nombre global
de la comunidad lingüística e integrador de Asturias y León, y por lo tanto una base
sensible tanto a la categorización como lengua como a la conciencia de unidad
lingüística entre Asturias, León y Miranda y a las actividades dinamizadoras. De aquí
podemos deducir que tanto la actividad normalizadora en Asturias en los últimos treinta
años como la pequeña actividad que se viene haciendo en León pueden influir en estos
resultados, especialmente en los municipios norteños, junto con la posibilidad de las
respuestas cerradas ante una pregunta que en el ALPI es de forma directa, sin escoger
opciones posibles y sin olvidar en el caso de la encuesta provincial leonesa (ESNL2008) las implicaciones e identificaciones identitarias primarias en la respuesta,
pudiendo darse esa respuesta primaria como leonés en zonas no asturófonas, más como
rasgo identificador básico –de León– leonés– que no como glotónimo de la realidad
inmediata al preguntar por ¿cómo llamaría a la forma tradicional de hablar de esta
zona de Léon? Siendo forma tradicional lo suficientemente ambigua en la expresión
como para llevar bien a la identificación con el habla local si existiera o en otros casos a
la identificación del nombre ofrecido con el marco referente administrativo e identitario.
Así la realidad del glotónimo en la actualidad en León refleja por un lado la
tendencia tradicional mostrada ya en el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica a la
denominación mediante nombre local o comarcal, opción mayoritaria en los municipios
norteños y de mayor conservación del asturiano-leonés, los términos elaborados como
astur-leonés, muestra de un proceso consciente de construcción de un nombre global
para la comunidad lingüística asturófona, y de términos directos derivados de
etnónimos, caso de leonés, identificación primaria y no siempre vinculada a la realidad
geolectal tal y como se puede ver en ESL-2008: 73. Es de destacar la vinculación con la
edad (ESNL-2006:58). Así mientras la población de mayor edad parece inclinarse hacia
la respuesta castellano y la gente de mediana edad a términos como asturiano o leonés,
es la gente joven la que prefiere términos como astur-leonés o bable, mostrando
posiblemente un mayor sentimiento de vinculación, de comunidad lingüística, a pesar
de ser generaciones de menor vitalidad lingüística del asturiano-leonés, pero más
proclives a su desarrollo y viabilidad de futuro como lengua autónoma y compartida con
Asturias y Miranda.
3.4 Unidad lingüística
En este tercer elemento identificador se pregunta en las encuestas
sociolingüísticas en León: el habla tradicional de esta zona y el asturiano o bable ¿son
la misma lengua?. Una pregunta que sirve para ubicar y determinar el estadio de
conciencia de pertenencia a un mismo dominio lingüístico.
Unidad lingüística de asturiano y leonés
66,1
70
60
50
50
40
ESNL-2006
30
20
10
11,28,6
19,1
10,4
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
ESL-2008
15,6
6,5
4,1
8,3
0
Poco de
acuerdo
Nada de
acuerdo
Ns/Nc
Como vemos por los datos ofrecidos no hay una percepción clara de la unidad
lingüística, siendo mayoritario la negación de la misma. No obstante un tercio de los
encuestados del norte leonés sí muestran esa afirmación, correspondiente a la gente que
usaba términos como astur-leonés o bable. En la ESL-2008 esa unidad lingüística se
niega en hasta un 66,5%. Vemos entonces un desajuste entre los datos geolingüísticos y
académicos y la percepción de la población. Algo que no es ajeno a otros dominios
lingüísticos, como el caso del catalán en Valencia y en la que por ejemplo la encuesta
del CIS nº 2519 del año 2005 muestra cómo un 64,4% de los valencianos considera que
valenciano y catalán no son la misma misma lengua a pesar de lo que diga la filología
románica, la geolingüística o cualquier otra disciplina glotológica. Esto muestra, por un
lado, un estadio avanzado de sustitución lingüística, entendido tanto desde una
perspectiva estática, el proceso concluido, como dinámica, proceso operante en
territorios asturófonos en distintos ámbitos geográficos y de población. Es éste, junto a
la fragmentación interna mostrada en el glotónimo la muestra más clara de esa pérdida
de conciencia lingüística y que refleja muy posiblemente una etiqueta de dialecto
leonés, variedad propia de León, cercana al asturiano, pero que no es lo mismo,
diferente del castellano, pero no tanto como para ser una lengua: es en definitiva esa
pérdida de conciencia lingüística autónoma y la asunción de un discurso ideológico
sobre ese dialecto leonés, algo que parece mayoritario en las zonas no asturófonas de
León, elemento cultural importante aunque no individualizador. Por otro lado la
subordinación lingüística manifestada en el norte leonés en la encuesta de 2006 en
cuanto a su percepción autónoma como lengua o no se ve reforzada en el glotonimo
fragmentario y local, solamente superado por una pequeña parte de los sujetos
encuestados que no parecen demostrar subordinación alguna al realizar un proceso de
abstracción a términos como astur-leonés y de los que, a falta de datos cruzados entre
respuestas al nombre del habla tradicional y de la categorización como lengua, se podría
desprender de este grupo una actitud avanzada o de vanguardia en cuanto a su
posicionamiento y conciencia lingüística.
Igualmente estos desajustes entre la opinión de los encuestados se encuentran en
el carácter individualizador y aislante de las comunidades lingüísticas inmersas en
procesos avanzados de sustitución lingüística, donde la fragmentación de la misma es
más que evidente y se pueden ver reafirmaciones por identificaciones identitarias
primarias en las que la lengua, entre otros atributos, no se puede compartir con otros
territorios y sus gentes, puesto que cuestionaría esa identidad primaria sobre la que se
asientan los discursos identitarios y políticos que igualan el proyecto comunitario o la
construcción identitaria con los atributos del mismo de forma unívoca.
3.5 Estigma lingüístico
En esta pregunta sobre si utilizar palabras, expresiones, frases... tradicionales
de esta zona de León ¿es hablar mal y utlizar el castellano es hablar bien? La respuesta
puede parecer sorprendente en cuanto a los resultados obtenidos:
Estigma lingüístico
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
76,678,3
ESNL-2006
ESL-2008
10,811
Muy de
acuerdo
4,1 1,8
5,3 3,9
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
3,2 5,1
Nada de
acuerdo
Ns/Nc
Vemos cómo claramente parece no existir ese estigma. Algo que se tiene que
matizar y es que cualquier investigador de campo se encuentra en sus trabajos con
respuestas minusvalorativas o de ocultación –una clase de autoodio lingüístico– que en
nada corresponde a la realidad. Así esta declaración de falta de estigma lingüístico
puede responder a diversos factores. El primero, relacionado con la propia conciencia
lingüística del encuestado en zona asturófona, sería una actitud de búsqueda de
aprobación por parte del encuestador respondiendo lo que supone se esperaría de un
trabajo de este tipo; otro factor relacionado con la subjetividad del encuestado sería la
creación de prejuicios compensatorios positivos en el uso de determinadas marcas
léxicas integradoras en la microcomunidad de la que forma parte y por último, la propia
formulación de la pregunta, al aislar esos elementos léxicos puede suavizar la respuesta
y ver esos elementos aislados como propios frente al habla tradicional en conjunto,
valorada negativamente en su acción diaria, desde la ocultación de la misma hasta la
ruptura de la transmisión intergeneracional de la misma. Esa misma lexicalización,
preguntada en estas encuestas tiene su correlato en la encuesta amplia ESL-2008, donde
en zonas no asturófonas, pero que lo pudieron ser en su momento más o menos distante
en el tiempo, esos elementos léxicos son interpretados como marca identitaria leonesa, y
más en un contexto sociopolítico leonés donde la integración en la comunidad
autónoma de Castilla y León es abiertamente contestada. Vemos entonces cómo ese
estigma lingüístico de hablar mal no es respondido en este item. No se valora la
variedad propia en su conjunto fónico, morfosintáctico y léxico sino que se aborda el
elemento léxico, las palabras y expresiones que pueden implicar una pervivencia y uso
del habla tradicional descontextualizado y sumergido en el castellano, en este caso. No
se considera si hablar lo propio es hablar mal, aldeano, tonto... todas ellas respuestas
espontáneas en trabajos de campo sino que esos elementos léxicos integrados en el
castellano regional de León le dan un aire propio que lo singulariza.
3.6 Competencia lingüística
Esa visión subsidiaria, consecuente con la sustitución lingüística, y más en
estadios avanzados de la misma, se puede manifestar en la declaración de competencia
lingüística por parte de los encuestados en las habilidadeslingüísticas. Hay una mayoría
de ellos que se declara sujeto activo en alguna o todas de las competencias lingüísticas
como se desprende de los datos fruto de la encuestación:
Competencia lingüística
3636,7
24,3
24,3
21,3
18,9
ESNL-2006
13,9
9,1
5,3
ESL-2008
9,1
Ns/Nc
Ni entiende
ni habla
Entiende,
habla, lee y
escribe
Entiende,
habla y lee
Entiende y
habla
0,30,9
Únicamente
entiende
40
35
30
25
20
15
10
5
0
De estos datos se ve una mayor competencia de los encuestados de los
municipios limítrofes con Asturias, similar en muchos aspectos a la encuesta provincial
general, aunque sí que destaca en lectura y escritura. Resultado posiblemente de la
actividad desarrollada en esas zonas norteñas, como Laciana o Palacios del Sil y la
existencia de un grupo de escritores, bien de usos locales en la ortografía como Emilce
Nuñez o Severiano Álvarez, bien con una ortografía normativa de la Academia de la
Llingua Asturiana (Normes ortográfiques, 1981 y Gramática de la Llingua Asturiana,
1998) como Roberto González-Quevedo o su madre, ya fallecida, Eva González. Se
entiende entonces que estas competencias en el norte leonés respondan a esa realidad de
pervivencia de la lengua asturiano-leonesa en el entorno y la actividad literaria
importante en el nivel local y comarcal, lo que permitiría la adquisición de la
lectoescritura a partir de las formas tradicionales de escritura de la variedad local o de la
forma referencial académica.
La duda se plantea cuando ese marco es el conjunto de la provincia de León y
que podría responder a esa lecto-escritura basada en las obras que han venido circulando
desde los tiempos de La Ribera del Órbigo, cuentos en dialecto leonés de Cayetano A.
Bardón y asumido por lectores y escritores tradicionales. Hay que entender entonces
estos niveles de escritura y lectura como reflejo de esa actividad escritora, imitada en
distintas comarcas y ajenas al proceso de normalización de corpus desde Asturias, factor
éste último que sí podría aparecer en una minoría de encuestados, aquéllos más
proclives a usar astur-leonés como glotónimo, lengua autónoma y manifiesto de unidad
con el asturiano o bable. Otro factor a analizar sería la presencia de respuestas militantes
en las habilidades macrolingüísticas como forma de integración simbólica y de
identidad leonesa y finalmente, otro grupo en el que la consideración subsidiaria frente
al castellano les haría percibir sus variedades castellanas como parte de ese leonés y por
lo tanto, conocedores del mismo.
3.7 Vitalidad del habla tradicional: casa / entorno
En este item de las encuestas se pregunta por la lengua ambiental en el hogar del
encuestado y en su entorno. Las respuestas dadas por los encuestados nos muestra lo
siguiente:
Lengua de casa en la actualidad
65,7
70
54,5
60
50
40
30
20
ESNL-2006
31,1
23,1
14,4
ESL-2008
10,9
10
0 0,3
0
Habla
tradicional
Castellano
Mezcla de las
dos
Ns/Nc
Se ve un uso predominante del castellano en ESL-2008 (65,7% frente a un
54,5% del norte leonés. Los encuestados que se declaran hablantes de la forma
tradicional ronda el 11% del total de los encuestados provinciales y un 14,4% de los
encuestados en los municipios limítrofes con Asturias. Significativo en esta zona es el
prácticamente un tercio de los encuestados que se declaran hablantes de formas mezcla
de los dos, el amestáu, reflejo del proceso de sustitución lingüística en cuanto a uno de
sus factores que afectaría al propio código lingüístico en la capacidad comunicativa de
la forma vernácula, de la que son conscientes por contraste con las formas consideradas
como autóctonas de la pérdida de elementos constituyentes y sustituidas por formas
alófonas de la lengua techo (Dachsprache) y que en un proceso continuo termina por
sustituir a la variedad autóctona, agilizado esto por la ruptura de la transmisión
generacional. Dentro del ámbito provincial (ESL-2008) ese grupo de hablantes de
formas híbridas incluiría además de lo ya expresado, a aquéllos que consideran su forma
de hablar una mezcla de las dos por contener esos elementos léxicos que categorizarían
como leoneses, pese a una fonética y morfosintaxis castellana.
Un aspecto conflictivo, el número de hablantes de leonés, no puede ser obtenido
de estas encuestas. Y esto es así porque nos encontramos ante una encuesta cualitativa,
no cuantitativa, en la que no se pregunta por items objetivos de conocimiento de la
lengua ambiental. Es esta una declaración subjetiva y en la que habría que matizar
igualmente que dentro de este porcentaje hay encuestados de la zona berciana y
ancaresa de lengua gallega y hablantes de castellano regional de León que se pueden
considerar también hablantes de leonés. Por último otro factor distorsionador sería aquel
que se produce históricamente en la ocultación y designación del habla propia como
castellano pese a reflejar el trabajo de investigación dialectal un habla plenamente
asturiano-leonesa. Sería este el caso, por ejemplo, de la encuesta de Folledo en el Atlas
Lingüístico de la Península Ibérica.
Lengua ambiental
39,8
30,4
23,4
30,5
19,619,5
24,6
ESNL-2006
ESL-2008
9,9
Ns/Nc
Castellano
únicamente
Más bien
poco
De vez en
cuando
0,3 2
Habitualmente
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Finalmente esta percepción de lengua ambiental manifiesta una visión en la que
en la zona norteña (ESNL-2006) la mitad de los encuestados expresa esa presencia
ambiental, frente a un 10% que sólo percibe la existencia del castellano. Una presencia
como lengua única para el 30% de los encuestados del trabajo global (ESL-2008).
Como vemos se vuelbe a manifestar la existencia de la misma y su percepción por los
encuestados. La cuestión vuelve a plantearse al preguntarnos qué es lo que entendieron
los encuestados por habla tradicional y su implicación en las respuestas.
4. Actitudes sociolingüísticas
En este segundo, y último bloque de análisis vamos a centrar nuestra atención en
las actitudes lingüísticas, los datos que se desprenden de las respuestas a las encuestas
ESNL-2006 y ESL-2008. Estas actitudes sociolingüísticas son consecuencia de los
cambios producidos en los procesos de sustitución lingüística –o en el inverso de
normalización- estas actitudes cambian dependiendo de cómo actúen las tensiones
existentes en los diversos ámbitos de uso y su presencia o ausencia en alguno de ellos y/
o la recuperación o introducción en ámbitos anteriormente no ocupados.
Siguiendo lo expresado por Solé i Camardons (2001, 164) distinguiremos entre
actitud y creencia puesto que:
[…] encara que no sempre totes les creences produixen acituds lingüistiques, la
mayoría de les creences –proporcionades per la conciencia lingüística- comporten una
presa de posició […] Les actituds només poden ser positives –d’acceptació- i negatives
–de rebuig-. Una actitud neutra és impossible d’imaginar; en tot cas hom podria parlar
d’abséncia d’actitud […]
Este mismo autor expresa cómo para cambiar las actitudes lingüísticas en
lenguas subordinadas en proceso de normalización es necesario incidir en cambios en
las estructuras socioeconómicas, socioculturales y políticas, pues entiende Solé i
Camardons (2001, 164) no sería previsible cambio alguno en las actitudes
sociolingüísticas sin modificaciones en las estructuras anteriormente citadas, puesto que
los valores que se asignan no dependen de hablantes aislados sino del conjunto social
con sus modelos de comportamiento –sociocultural, socioeconómico y político–.
4.1 Perspectivas y marco legal
Pasamos así a analizar los datos de las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008 sobre
actitudes sociolingüísticas en León. Anticipándonos a una visión de los mismos
podemos afirmar que hay en general una actitud favorable al “habla tradicional”, pero
matizable. Es una actitud positiva a aspectos que se pueden considerar favorables o
positivos desde el punto de vista cultural, que no modifique el status quo de la situación
lingüística actual. Podemos afirmar que las actitudes sociolingüísticas derivadas de estas
encuestas son favorables, pero subordinadas –no parecen buscar la modificación de las
estructuras socioeconómicas, socioculturales y políticas– y por lo tanto se mantiene la
subordinación de la misma y una visión “cultural” de la misma. Esto se puede observar
en la pregunta 16 de los cuestionarios ¿Cuál es el futuro que usted desearía para esta
habla tradicional? Las respuestas en ambos cuestionarios son similares y manifiestan a
partir de los datos obtenidos una actitud subsidiaria, que si bien no plantea o desea su
desaparición, no plantea un cambio de las estructuras socioculturales, económicas y
políticas que supondría un uso como el castellano, su oficialidad en otras palabras.
Futuro del habla tradicional
60
50
40
30
53,1
36,9
27,9
30,4
ESNL-2006
20,5
11,4
N
20
10
2,6 1,8
ESL-2008
5
10,4
Ns/Nc
Únicamente
castellano
Lenta
desaparición
Usos no
oficiales
Como el
castellano
0
No obstante, a la pregunta 17 El habla tradicional de León ¿debería tener un
reconocimiento jurídico pleno en el estatuto de autonomía de la comunidad? Las
respuestas son similares, aunque se acentúa a un 42,5% las actitudes negativas. No
obstante, y como ya hemos visto en la primera parte de este artículo la pregunta está
desfasada al estar ya ese reconocimiento legal en el Estatuto de autonomía de Castilla y
León en su última reforma. Podemos comprobar entonces cómo existe una actitud
positiva al cambio legal y a su uso pleno en torno al 50% de los encuestados y una
oposición también cercana a ese 50%, una distribución antagónica y en la que parece
que la zona norte leonesa ESNL-2006 una mayor positivación de las actitudes. También
se manifiesta una identificación entre los que consideran lengua, su habla tradicional
(ESNL-2006: 37,4%; ESL-2008: 35,1%) y su posibilidad de oficialización. Destaca
también que dos tercios de los encuestados del norte de León son partidarios de su
reconocimiento legal, algo más elevado que en la encuesta provincial ESL-2008:
Reconocimiento legal
60
51,4
50
40
38,5
37,6
ESNL-2006
30
20,8
20
12,1
9,4
10
16,1
ESL-2008
8,2
2,3 3,6
0
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
Nada de
acuerdo
Ns/Nc
En un segundo bloque de preguntas sobre actitudes sociolingüísticas, aquéllas
que hacen referencia directa a su promoción y empleo en diversos ámbitos sociales las
respuestas son mayoritariamente positivas. Parece entenderse esta promoción como
ámbito cultural, que no modifica marcos legales, pero difundiría este patrimonio
lingüístico como un aspecto cultural de los leoneses. No se busca modificar la
subordinación del habla tradicional, sino su inclusión en ámbitos formales desde esa
subordinación, un elemento añadido al bagaje cultural, pero no conflictivo, una actitud
positiva matizada y relacionada con la conciencia lingüística manifestada, en la que se
muestra ese proceso de sustitución lingüística y en la que la percepción mayoritaria de
no ser una lengua, sino algo que como ya hemos dicho respondería a “dialecto leonés”,
diferente al castellano, pero que no llega a lengua y por lo tanto entendible desde una
dimensión cultural, ajena a las estructuras citadas sociales, económicas y políticas.
De esta manera a la pregunta 20: Las instituciones y, en concreto, los concejos
en los que todavía esta forma de hablar está viva, ¿deberían promover su uso
(concursos literarios, musicales, cursillos, etc.)? las respuestas son similares en ambas
encuestas, ampliamente positivas, aunque destaca un 90,4% en la ESNL-2006, zona de
conservación de la lengua tradicional y por lo tanto, zona de aplicación posible de estas
medidas y el 83,1% en ESL-2008, positiva en todo el territorio, aunque más baja,
obviamente en la zona suroriental y mayor positivación en la zona noroccidental.
4.2 Presencia en la enseñanza
La presencia en la enseñanza, pregunta 19: ¿Debería poder estudiarse el habla
tradicional de León, del mismo modo que se estudia el asturiano o bable en Asturias?,
muestra una misma actitud positiva, mayoritaria en la zona norte de León, ESNL-2006:
75,5%, frente al 63,2% del marco provincial, en la que destaca la actitud negativa,
frente a los valores más positivos del noroccidente, la zona de Tierra de Campos. Así la
tabla siguiente nos muestra estos datos relativos a la presencia en la escuela.
Presencia en la escuela
70
63,2
60
46,6
50
40
ESNL-2006
28,2
30
20
ESL-2008
18,4
16,6
12,3
2,6 5,6
10
3,5 3
0
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
Nada de
acuerdo
Ns/Nc
4.3 Colaboración lingüística con Asturias.
Por último si observamos las respuestas a la pregunta 18: ¿Debería haber
formas de colaboración entre Asturias y León para coordinar las actuaciones de
política lingüística que se están haciendo en Asturias y, en su caso, las que se hagan en
León?,
Colaboración en materia lingüística con Asturias
80
70
60
50
70,9
43,8
40
30
20
ESNL-2006
ESL-2008
23,4
17,8
14
2,6 3,3
10
0
Muy de
acuerdo
Bastante
de acuerdo
Poco de
acuerdo
6,1
Nada de
acuerdo
11,5
6,4
Ns/Nc
De estos datos,tal y como afirman los autores de los estudios ESNL-2006 y
ESL-2008 (García Arias & González Riaño, 2008:110:
[…] Como vemos caltiénse una tónica que vien amosándose a lo llargo de cuasi tola
investigación: los ciudadanos lleoneses asitiaos nos conceyos del norte son más
favoratibles a la collaboración, mentando que la población lleones considerada
globalmente, magar sofitar tamién esa posibilidad inequívocamente, failo de mou
enforma más moderáu. […]
Pese a la dificultad señalada de individualizar los resultados por comarcas, se
puede observar una actitud ampliamente positiva en el noroccidente leonés, y destacan
por el contrario Tierra de Campos y la zona occidental, El Bierzo, Ancares o Cabrera.
Así las actitudes sociolingüísticas derivadas de las creencias sobre la lengua
propia muestran una actitud positiva en líneas generales, siempre y cuando no
modifique cicunstancialmente el estatus actual y la subordinación lingüística, situación
ésta que no es percibida por la mayoría de la población, y que estarían de acuerdo con
actuaciones divulgativas, de enseñanza y culturales dentro de ese patrimonio cultural
leonés más amplio y sin cuestionar el statu quo existente. Esa posición positiva
subsidiaria puede suponer un buen punto de partida en un posible proceso de promoción
y difusión al amparo del nuevo marco legal estatutario.
5. Conclusiones y cierre
A lo largo de este trabajo hemos planteado las nuevas perspectivas para el
leonés, el asturiano-leonés de León, que se abren en este siglo XXI con la inclusión en
la última reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León en su artículo 5.2.:. El
leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por ese
particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso
y promoción serán objeto de regulación. Así la norma legal estatutaria de Castilla y
León establece la regulación del leonés en su protección, uso y promoción, lo que
podemos entender como una ley de lenguas en la que se desarrolle su presencia en la
escuela, medios de comunicación, toponimia, producción culturaly Administración. Este
reconocimiento legal implica igualmente el cumplimiento de los dispuesto en la Carta
Europea de lenguas minoritarias o regionales:
«España declara que, a los efectos previstos en los citados artículos, se entienden por
lenguas regionales o minoritarias, las lenguas reconocidas como oficiales en los
Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Cataluña, Illes
Balears, Galicia, Valenciana y Navarra. Asimismo, España declara, a los mismos
efectos, que también se entienden por lenguas regionales o minoritarias las que los
Estatutos de Autonomía protegen y amparan en los territorios donde tradicionalmente
se hablan. […]
[…]A las lenguas citadas en el párrafo segundo se aplicarán todas aquellas
disposiciones de la parte III de la Carta que puedan razonablemente aplicarse en
consonancia con los objetivos y principios establecidos en el artículo 7. […]»
Igualmente esta Carta Europea en su artículo 7.1.b) obliga a respetar el área
lingüística geográfica por encima de las divisiones administrativas, sin que estas
puedan ser obstáculo al fomento de la lengua regional o minoritaria y, por otro lado el
artículo 14. b) que legitima la existencia de una cooperación lingüística transfronteriza
en el nivel de autoridades locales y regionales. Elementos estos que llevarían a hablar
de una cooperación interautonómica en la protección y promoción de esta lengua y de
acuerdos transfronterizos para el caso mirandés.
Con estas disposiciones legislativas, autonómica y europea, se abre una puerta,
un resquicio de futuro al leonés, a las variedades asturiano-leonesas de León y Zamora,
en el siglo XXI si se aplican con decisión e interés las normas y los procesos de
recuperación y dignificación del patrimonio lingüístico leonés.
Una vez que hemos visto este marco legal se nos plantea saber cuál es la
situación y vitalidad lingüística del leonés, cosa que se debería hacer a través de una
encuesta lingüística que refleje aspectos de conocimiento, vitalidad y diversidad
geolectal, y fundamentalmente, lo que constituye el eje central de nuestro trabajo,
aspectos sociolingüísticos de la comunidad sobre la que se tiene que actuar: concien
lingüistica y actitudes sociolingüísticas hacia el asturiano-leonés en León.
Para ello nos hemos valido de dos trabajos recientes que llenan una laguna en
este campo existente en León; son los encuestas de X. L. García Arias & X. A.
González Riaño de 2006 sobre la situación sociolingüística de los municipios limítrofes
con Asturias del norte de Léon (ESNL-2006) y el trabajo de 2008 con una encuesta
sociolingüística en toda la provincia de León (ESL-2008). A partir de ellos y después de
una introducción a sus aspectos técnicos planteamos algunas objeciones que no
invalidan el trabajo, básicamente referidas al muestreo, al número de encuestados que
quizás debería ser mayor y permitir la singularización por comarcas y áreas lingüísticas,
el carácter cerrado de las respuestas, que puede influir en preguntas como el glotónimo
o preguntas que pueden ofrecer interpretaciones diferentes a lo buscado por los
investigadores, junto a la posibilidad de cruzar resultados, tal y como podría resultar
interesante entre la percepción como lengua y el nombre asignado a la misma.
Pasamos después al objeto del trabajo: la interpretación de algunos de los
resultados obtenidos en las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008 nos centramos en la
conciencia lingüística, el conocimiento de la existencia de una realidad lingüística
(Boix i Fuster & Vila i Moreno, 1998: 281 )reflejada en los datos y las actitudes
sociolingüísticas –positivas o negativas– derivadas de las creencias que del habla propia
manifiestan los encuestados y básico para completar una instantánea de la realidad
sociolingüística y plantear las acciones que se desprenden de la posible promoción, uso
y protección del leonés a partir del nuevo Estatuto castellano y leonés.
De los datos de las encuestas sociolingüísticas se desprende, tal y como
analizamos a lo largo de este trabajo una realidad sociolingüística compleja, en la que
se nota una cierta diferencia entre los datos obtenidos en el norte leonés (ESNL-2006)
frente a los globales provinciales (ESL-2008). La conciencia linguistica en cuanto a la
singularización del habla tradicional frente al castellano y de similitud con el asturiano
es mayoritaria en los encuestados de los municipios limítrofes con Asturias –
aproximadamente tres de cada cuatro encuestados así lo manifiestan– frente a la
encuesta global, en la que el peso demográfico de las zonas no asturófonas diluye estos
resultados a un 50,6% que perciben la distancia con el castellano y un tercio de los
encuestados la similitud con el asturiano. La consideración autónoma como lengua se
da en términos generales en un tercio de la población tanto del norte como del total
provincial. El otro aspecto que nos puede servir para ver el conocimiento de la realidad
lingüística por parte de la población leonesa es el glotónimo –el nombre de la lengua– y
en este plano se refleja una heterogeneidad en los resultados. En la ESNL-2006 los
datos apuntan a la denominación local o comarcal como mayoritaria (28,6%) y la
aparición importante del término, fruto de una elaboración teórica y desde la
abstracción comunitaria que es astur-leonés (18,5%). Estos glotónimos locales
muestran la continuación de resultados que se obtenían en el Atlas Lingüístico de la
Península Ibérica, con datos de los años 30 del siglo pasado, e igualmente muestran una
percepción fragmentaria de la comunidad lingüística, tanto con Asturias como con las
realidades comarcales más cercanas. También asturiano y bable aparecen en los
resultados de los encuestados –5% y 15,5% respectivamente–. En la encuesta que
incluye todo el ámbito territorial leonés es castellano la primera opción –un tercio de
los encuestados– seguido de leonés (27,8%), fruto de una reflexión identitaria básica,
en la que se identifica el territorio, el nombre del marco territorial y lo identitario con el
nombre que tendría que recibir el habla tradicional de León. Junto a ello tenemos un
10% de respuestas como astur-leonés y bable con un 5%. Las denominaciones que
hacen referencia al gallego en El Bierzo suponen un 8,4% con denominaciones como
gallego, gallego-leonés o chapurriado.
Estos resultados nos muestran una conciencia lingüística heterogénea, donde la
franja norteña de León (ESNL-2006) muestra una mayor percepción de singularidad y
autonomía lingüística y una mayor percepción, aunque minoritaria como lengua de lo
propio. La diversidad denominativa en cuanto al glotónimo refleja una fragmentación
de la comunidad lingüística en microcomunidades asentadas sobre marcos comarcales,
tanto al referente asturiano como a las comarcas circunvecinas. Por otro lado un
término como astur-leonés supone una elaboración subjetiva de conformación de una
comunidad lingüística entre los territorios de lengua asturiano-leonesa de Asturias y
León y destaca su presencia en el norte leonés, lo que supone una base posible de
trabajo de dignificación lingüística.
Otros datos relevantes en la observación de la comunidad lingüística y su
situación en el proceso de sustitución lingüística se refiere a la vitalidad de la misma y
su percepción del estigma lingüístico. La vitalidad lingüística es débil y muestra en
estas encuestas una situación de sustitución lingüística avanzada, donde la lengua
mayoritaria es el castellano y el habla tradicional supondría en un uso declarado, con
indiferencia de qué considere el encuestado, de la variedad geolectal de la zona uno de
cada diez, un porcentaje que muestra ese estadio avanzado de sustitución y de pérdida
de transmisión intergeneracional. Por el contrario los encuestados declaran unos
conocimientos aceptables de todas las macrohabilidades, incluida la escritura, algo que
contrasta con una lengua sin presencia en la escuela. Habría que entender estas
habilidades declaradas como expresión del conocimiento de la literatura de expresión
dialectal, como el caso de Cuentos en dialecto leonés de C. A. Bardón o en zonas del
noroccidente leonés de la labor dignificadora de escritores como Roberto GonzálezQuevedo o Eva González, más que como un conocimiento real.
Los encuestados afirman que utilizar léxico del habla tradicional no es hablar
mal. De aquí no se puede desprender que no haya autoodio lingüístico o
estigmatización del habla tradicional, algo que sí se percibe en múltiples trabajos de
investigación a lo largo del siglo pasado y los pocos años del presente siglo. Se puede
considerar esa lexicalización como marca distintiva de ser leonés dentro de la
castellano, un castellano regional de León y no a variedades asturiano-leonesas, y de
ende la negación de hablar mal por utilizar léxico o expresiones tradicionales y con una
respuesta posiblemente de estigmatización lingüística referida a la variedad geolectal de
la zona en sus planos fónico, morfosintáctico y léxico.
Finalmente las actitudes sociolingüísticas, derivadas de las creencias que puedan
tener los encuestados, sólo pueden ser positivas o negativas. En conjunto nos
encontramos con una actitud positiva matizada por la percepción subsidiaria del habla
propia frente al castellano en este caso, y si bien se ve positivo su presencia en la
escuela, en la promoción y divulgación institucional y en la colaboración entre Asturias
y León en materia lingüística ante la pregunta sobre el futuro deseado para la lengua se
plantea su mantenimiento, aunque no en ámbitos oficiales para un 37% y en igualdad
de condiciones con el castellano.
En definitiva se nos muestra un panorama heterogéneo, con diversidad y
divergencias de opinión en una comunidad lingüística en la que operan procesos de
sustitución lingüística en estadio avanzado y en la que no obstante, cerca de un tercio
de los encuestados muestra una conciencia lingüística en la que la individualización, el
carácter de lengua y la elaboración subjetiva del glotónimo, junto con unas actitudes
claramente positivas pueden ser la base sobre la que comenzar y actuar en la
dignificación y promoción del leonés o asturiano-leonés de acuerdo con la regulación
legal que se deriva del marco jurídico estatutario de Castilla y León y de la Carta
Europea de las lenguas minoritarias.
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