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DE SOCIOLINGÜÍSTICA LEONESA: CONCIENCIA LINGÜÍSTICA Y ACTITUDES SOCIOLINGÜÍSTICAS HÉCTOR GARCÍA GIL Universidad de León Introducción A la hora de abordar las posibilidades y perspectivas de futuro del leonés en el siglo XXI –entendido leonés como la denominación de las variedades asturiano-leonesas en el marco territorial de León– es necesario acudir a aquellos datos sociolingüísticos actuales que nos permitan conocer cómo valora e interpreta la sociedad leonesa este hecho lingüístico. Es éste un paso previo necesario para una posterior labor de difusión y dignificación del leonés o asturiano-leonés tal y como se desprende del actual Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Para ello en un primer momento nos centraremos en las consideraciones sobre el nuevo marco legal emanado de la última reforma del texto estatutario castellano y leonés y las posibilidades que emana este reconocimiento legal. Posteriormente, y núcleo del presente trabajo, se pretende analizar e interpretar los datos que se desprenden de las encuestas sociolingüísticas realizadas en el norte de la provincia de León (García Arias & González Riaño, 2006) y del conjunto provincial (García Arias & González Riaño, 2008), en adelante para una mejor aproximación y entendimiento de la realidad sociolingüística del marco provincial leonés. 1. El reconocimiento del leonés en el actual Estatuto de Autonomía de Castilla y León En la última reforma estatutaria, del año 2007, la Ley Orgánica 14/2007, la redacción del mismo incluye un artículo 5 donde se habla del patrimonio lingüístico: […] Artículo 5. La lengua castellana y el patrimonio lingüístico de la Comunidad. 1. El castellano forma parte del acervo histórico y cultural más valioso de la Comunidad, extendido a todo el territorio nacional y a muchos otros Estados. La Junta de Castilla y León fomentará el uso correcto del castellano en los ámbitos educativo, administrativo y cultural. De igual manera, promoverá su aprendizaje, especialmente en el ámbito internacional y en colaboración con las Universidades de la Comunidad, para lo que podrá tomar las medidas que considere oportunas. 2. El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por ese particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación. 3. Gozará de respeto y protección la lengua gallega en los lugares en que habitualmente se utilice. […] A la vista de estos datos vemos un reconocimiento legal del leonés al entrar en el articulado estatutario, en el párrafo segundo del artículo cinco y la inclusión del mandato de regulación a través de una ley. Si analizamos (García Gil, 2008) ese artículo 5.2 del Estatuto de Castilla y León, en lo que parece única concesión en el articulado a las posturas y planteamientos leonesistas vemos: Un primer elemento de análisis es la denominación, la cual atiende a leonés, sin más especificación que lo categorice –lengua o dialecto– ni haga referencia a la unidad del dominio lingüístico y acude a la denominación historicista pidaliana sin aclarar a que se refiere en una ambigüedad que parece calculada. Este nombre, si no se acompaña en desarrollo posterior de explicación de la unidad lingüística con los otros territorios abre puertas a la aparición de una nueva lengua al menos en lo nominal, algo que parece estimular determinado leonesismo político, que no tiene reparo de otra manera en afirmar la leonesidad de Miranda frente a la ruptura con Asturias y una reinterpretación «sui generis» de la historia de la lengua como lo hacen colectivos tales como El Fueyu, El Toralín o La Barda, «frente cultural» de la organización política de juventud Conceyu Xoven. Frente a esto existen colectivos como Facendera pola Llingua, La Caleya de Llión o Furmientu en Zamora que plantean posicionamientos unitarios en lo lingüístico entre ambas partes de la Cordillera Cantábrica como decimos en García Gil (2008): [...] un mismo cuerpo lingüístico, pero desde la autonomía de actuación y con un discurso autocentrado en León y llevado a cabo por los agentes sociales y culturales del país, pero que eso no debe conllevar cerrar la puerta a la colaboración con Asturias y Miranda, a aprender de los aciertos y errores del proceso de vindicación asturiano y a valerse de las actividades y materiales ya hechos. Es, entonces, mantener la unidad del dominio lingüístico ástur o asturleonés, con el mantenimiento de la unidad ortográfica con Asturias, y en la medida de lo que sea posible con Miranda. Un modelo de lengua que dentro de la ortografía del asturiano-leonés común que propone la Academia de la Llingua Asturiana sirva de expresión a las hablas occidentales vivas de León y Zamora. Es ésta una cuestión de coherencia lingüística, de defensa de pertenencia a un mismo dominio lingüístico y de economía cultural y de medios. [...] Presenta esta redacción una singularización que lo descontextualiza del conjunto del dominio lingüístico y a la vez una categorización difusa, que rehuye de términos como lengua y lo deja en un ambiguo patrimonio lingüístico, pero como parte de algo más global asimilado a las fronteras de un marco administrativo autonómico. Es, de esta manera, una formula de redacción lo suficientemente ambigua para que quepan diversas interpretaciones y distintas opiniones y susceptibilidades. Una redacción, que interpretada de manera restrictiva, viendo que aparece en la redacción el concepto patrimonio, y el respeto y protección podría entenderse como un artículo que hace referencia al artículo 3.3. de la Constitución Española y no al artículo 3.2 que habla de las otras lenguas españolas, quedando fuera de esta posible oficialidad y de la Carta Europea de lenguas regionales o minoritarias en cuanto modalidad lingüística y no lengua. En otra interpretación en positivo (García Gil, 2008), se singulariza el leonés y se habla de protección, uso y promoción con lo que podría llegar a ser una oficialidad parcial o asimétrica en caso de desarrollar el artículo y establecer una ley de lenguas correspondiente y un desarrollo real y apropiado de las medidas. La interpretación de esto será algo a ver y analizar en los años próximos. Un patrimonio lingüístico que las propias leyes de Castilla y León, Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León en los artículos 64 y 65 define como las lenguas, hablas, variedades dialectales y modalidades lingüísticas que se han utilizado tradicionalmente en el territorio castellano y leonés y piden a la administración competente medidas de protección y difusión. Un tercer elemento, éste como desarrollo de ser el leonés objeto de protección específica, es la regulación de su protección, uso y promoción. Es decir, la implementación de una ley del leonés que garantice su uso y protección y establezca las medidas pertinentes para su promoción. En ella debería aparecer regulado y con voluntad de aplicación –verdadero obstáculo a cualquiera de estas medidas y que puede convertir esa ley en papel mojado– la delimitación del ámbito territorial de aplicación, la introducción en la enseñanza reglada de nuestra lengua, la promoción de la misma con actitudes que detengan el proceso de minusvalorización lingüística y la toma de aprecio por la población leonesa como patrimonio cultural tanto de la gente que lo habla como los habitantes de las zonas no hablantes. Una ley que tendría que regular su presencia en la sociedad leonesa –toponimia, medios de comunicación o industria cultural– así como la creación de un organismo o institución autonómica que atendiera dichas actividades normalizadoras, partiendo del reconocimiento de la autoridad lingüística de la Academia de la Llingua Asturiana en este territorio, funcionando como delegación o co-institución relacionada con la misma y a la vez con autonomía de actuación en el marco territorial. Esa ley debería, en definitiva, seguir las directrices de la Carta Europea de las lenguas minoritarias aplicables a las lenguas regionales o minoritarias no oficiales pero amparadas por los Estatutos de autonomía «España declara que, a los efectos previstos en los citados artículos, se entienden por lenguas regionales o minoritarias, las lenguas reconocidas como oficiales en los Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Cataluña, Illes Balears, Galicia, Valenciana y Navarra. Asimismo, España declara, a los mismos efectos, que también se entienden por lenguas regionales o minoritarias las que los Estatutos de Autonomía protegen y amparan en los territorios donde tradicionalmente se hablan. […] […]A las lenguas citadas en el párrafo segundo se aplicarán todas aquellas disposiciones de la parte III de la Carta que puedan razonablemente aplicarse en consonancia con los objetivos y principios establecidos en el artículo 7. […]» Igualmente esta Carta Europea en su artículo 7.1.b) obliga a respetar el área lingüística geográfica por encima de las divisiones administrativas, sin que estas puedan ser obstáculo al fomento de la lengua regional o minoritaria y, por otro lado el artículo 14. b) que legitima la existencia de una cooperación lingüística transfronteriza en el nivel de autoridades locales y regionales. Elementos estos que llevarían a hablar de una cooperación interautonómica en la protección y promoción de esta lengua y de acuerdos transfronterizos para el caso mirandés. Vemos así cómo con este nuevo marco jurídico en el que se va a desenvolver el leonés en este siglo XXI recién iniciado se abre la posibilidad –y la obligación legal– de su protección y desarrollo. No obstante para eso considero condición previa conocer la realidad lingüística y sociolingüística actual del asturiano-leonés en el ámbito territorial de Castilla y León para establecer esas medidas protectoras, de uso y promoción. Para ello vamos a analizar e interpretar en este trabajo las encuestas sociolingüísticas existentes para la provincia de León centrándonos en dos aspectos básicos en una comunidad lingüística: la conciencia lingüística y las actitudes ante el habla propia 2 Las encuestas sociolingüísticas sobre la provincia de León A la hora de abordar esa ley de lenguas que parece desprenderse de nuestro análisis anterior es necesario conocer la realidad lingüística de las tierras de lengua asturiano-leonesa: extensión, vitalidad, conciencia lingüística, creencia y actitudes. Si bien desde el ámbito académico tenemos descripciones de conjunto y de la realidad geolectal, no podemos decir lo mismo desde el plano sociolingüístico, tanto cuantitativamente como cualitativamente. Tenemos, no obstante en la actualidad dos encuestas recientes desde una perspectiva sociolingüística de la provincia leonesa, obra de los profesores de la Universidad de Oviedo y miembros de la Academia de la Llingua Asturiana, Xosé Lluis García Arias y Xosé Antón González Riaño. La primera atiende a los municipios del norte de Léon limítrofe con Asturias: I Estudiu sociollingüísticu de Lleón. Identidá, conciencia d’usu y actitúes llingüístiques nes fasteres que llenden con Asturies. Xosé Antón González Riaño & Xosé Lluis García Arias del año 2006 y de ahora en adelante [ESNL-2006] y una ampliación de la misma a todo el territorio provincial en 2008: II Estudiu sociollingüísticu de Lleón. Identidá, conciencia d’usu y actitúes llingüístiques de la población lleonesa. Xosé Antón González Riaño & Xosé Lluis García Arias, de ahora en adelante [ESL-2008]. Faltaría entonces para completar la visión del asturiano-leonés en el ámbito autonómico de Castilla y León una encuesta similar en el occidente de Zamora, o bien en su conjunto. Son estos dos trabajos sobre los que vamos a tratar en las siguientes páginas y que constituyen el material sobre el que reflexionaremos a la luz de los datos proporcionados en dichas obras. En definitiva, después de una visión en conjunto de las obras citadas, nuestra labor se centrará en la interpretación de los aspectos de conciencia y actitudes sociolingüísticas que dan título al presente trabajo y pueden aportar una visión global de las mismas en el marco administrativo de la provincia de León, tanto del área asturófona como del conjunto de la provincia y su actitud ante la diversidad lingüística leonesa. 2.1. Características del estudio. Marco teórico y objetivos. Ambas encuestas sociolingüísticas (ESNL-2006 y ESL-2008) parten desde una perspectiva de la sociología del lenguaje: Hai que dicir que, como nel estudiu precedente, trátase d’una investigación sociollingüística asitiada dientro de lo que vien denomándose “macrosociollingüística” o “socioloxía del llinguax”, polo que toma a la sociedá como exa fundamental y entiende’l llinguax como factor de primer orde pa encadarmar a la mesma y a les estremaes comunidaes. L’enfoque “macro”, n’efeutu y por exemplu, estudia la eleición y sobrevivencia de les llingües en contestos billingües, la conciencia llingüística, les actitúes llingüístiques, los procesos de planificación llingüística, etc... (ESL-2008: 11). Igualmente los objetivos son bien claros, tal y como se marca al principio de cada obra (ESL-2008: 12): Como amuesa’l títulu del trabayu, ésti enfócase naguando por conocer cuála ye la identidá socio-cultural de la población lleonesa, asina como’l nivel de conciencia y actitúes llingüístiques de la xente allugao na actual provincia de Lleón. Queda así perfectamente determinado el método y objeto de las encuestas sociolingüísticas sobre León, tanto la general como la específica del norte de León. De esta manera García Arias & González Riaño (ESL-2008: 27) marcan los objetivos específicos que atienden esta obra: 1. 2. 3. 4. 5. Conocer el posicionamiento identitario de la población leonesa. Valorar su grado de conciencia lingüística. Analizar las actitudes lingüísticas que muestra esa población. Conocer sus expectativas con respecto al futuro lingüístico. Explicar, en su caso, las diferencias encontradas, en función de las variables: sexo, edad, profesión y situación geográfica. 6. Comparar los resultados con los del ESNL-2006 De esa manera, esta encuesta, desde la perspectiva de la sociología del lenguaje atiende a cuestiones subjetivas de identidad lingüística, conciencia y actitudes y a aspectos cualitativos de los mismos. Es finalmente una aproximación referencial amplia al marco territorial leonés y como se desprende del muestreo sin posibilidad de individualización territorial comarcal o de áreas lingüísticas. Así, una vez vistos de forma general, el método y objetivos del trabajo, así como sus aspectos técnicos, vemos una serie de aspectos que nos presentan objeciones, que si bien no invalidan los resultados y las líneas generales del trabajo, nos hace plantearnos algunas dudas que pueden distorsionar alguno de los resultados obtenidos y la posibilidad de la interpretación interesada o partidista de los mismos. Una primera objeción surgida del propio método –que no lo invalida en absoluto– se basa en la muestra elegida, en un número que nos hace considerar más cercano a un sondeo que a una encuesta las muestras elegidas. Sería necesario un mayor número de encuestas para afinar los datos, dado que estos trabajos sí que nos muestran las tendencias generales, pero un mayor número de encuestas nos permitiría también individualizar los resultados por comarcas y por dominios lingüísticos existentes en León, algo que se habría de tener en cuenta a la hora de la identificación con la lengua propia, su vitalidad y actitudes. Otra objeción, no achacable esta al ESNL-2006 y ESL-2008, es el riesgo y el peligro que puede suponer extrapolar datos subjetivos y cualitativos como si fueran cuantitativos y si posible manipulación interesada y/o partidista de alguno de ellos, bien simbólicos como el número de hablantes, nombre de la lengua o vitalidad declarada. Por último la opción de cuestionario cerrado, que facilita el trabajo también puede inducir a algunas posibles respuestas –como puede ser en el nombre del habla tradicional– y que va a contrastar con los datos fruto de respuesta espontánea. Igualmente la redacción y formulación de alguna de las preguntas pudiera ser lo suficientemente ambigua o que diera posibilidad a una respuesta más amplia, no focalizada en lo buscado en la cuestión y a interpretarse de forma extensa como el item 1 0 : Utilizar palabras, expresiones, frases... tradicionales de esta zona de León ¿es hablar mal y hablar castellano es hablar bien?. 2.1.1 Características técnicas de la encuesta A partir de un cuestionario sociolingüístico, herramienta de recogida de datos, se inició una labor de recopilación de datos procedentes de 20 items de respuesta cerrada (con posibles repercusiones en respuestas como la derivada del nombre del habla local). Las encuestas se realizaron en castellano, en un total de 400 (ESNL-2006) y 504 (ESL2008) –en los meses de noviembre y diciembre de 2006 y de enero de 2007–. El reparto de encuestas se hizo a través del peso demográfico de las áreas comarcales seleccionadas, correspondiendo el mayor número de ellas a las zonas más pobladas, sin tener en cuenta su situación y adscripción a dominios lingüísticos. El tratamiento de estos datos se hizo mediante el programa Informático SPSS (Statical Package for the Social Sciencies), versión 14.0 para Windows. Además del estudio descriptivo de frecuencias, también se usaron, según las condiciones del hacer contrastivo, el análisis de varianza factorial Anova y la prueba “Chi-cuadrado”. La estructura de los trabajos, tal y como expresan los autores (ESNL-2006 Y ESL2008) se distribuye de la siguiente forma: a) Datos identificativos y características de los sujetos, con cuatro apartados previos (lugar de nacimiento del sujeto, lugar de nacimiento de los padres, sexo y edad). b) Datos relacionados con el sentimiento de identidad: items 1 al 3 (identidad regional, futuro de León como comunidad, afinidades con otras comunidades). c) Datos relacionados con la conciencia lingüística: items del 4 al 7 (nombre del habla del lugar, relación con la cultura tradicional, semejanzas y/o diferencias con el asturiano y con el castellano). d) Datos relacionados col prestigio de la lengua tradicional: items del 8 al 10 (estatus como lengua, identidad con la lengua de Asturias, estigma lingüístico). e) Datos relacionados con el uso y pervivencia de la lengua tradicional: items del 11 al 14 (competencia comunicativa, lengua familiar, lengua del entorno, nivel de mantenimiento general). f) Datos relacionados con las expectativas de futuro: items del 15 al 20 (percepción del peligro de desaparición, implicación personal, reconocimiento jurídico, colaboración en León y Asturias, presencia escolar, implicación de las instituciones). g) Datos relacionados con la profesión del sujeto: apartado final de los Cuestionarios ESNL-2006 y ESL-2008 De todos los aspectos tratados vamos a centrarnos en la conciencia lingüística, donde agruparemos los ítems del 4 al 14, y las actitudes sociolingüísticas del 15 al 20. Dejamos fuera conscientemente los datos 1 al 3, de identificación de grupo étnico o sociopolítico, en los que se manifiestan claramente un posicionamiento identitario leonés y una mayor afinidad con Asturias que con otros territorios. Estas identificaciones territoriales y sociales tendrán su repercusión como veremos en aspectos pertenecientes a la conciencia lingüística. 3. Conciencia lingüística En este apartado vamos a centrar nuestra atención en determinados aspectos derivados de las encuestas que tienen que ver con la identificación, la pertenencia a un grupo lingüístico, la identificación de usos lingüísticos como propios o ajenos, el conocimiento de la existencia de una realidad lingüística (Boix i Fuster & Vila i Moreno, 1998: 281), la conciencia lingüística (language consciousness) De esta manera vamos a analizar aquellos aspectos de los que se puede derivar la existencia de una conciencia lingüística y su relación con la comunidad de lengua, la interrelación lingüística, actitudes y normas de uso, y la integración simbólica, factores todos ellos interrelacionados en la existencia de una comunidad lingüística (Solé i Camardons, 2001:71) 3.1 Individualización y similitud del habla tradicional De esta forma un primer elemento de análisis se centrará en la percepción individualizada del habla propia frente a otras lenguas vecinas y su relación con otras variedades del mismo dominio lingüístico. Si vemos los datos obtenidos en las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008 sobre la diferencialidad frente al castellano obtenemos los datos sistematizados en el siguiente gráfico: Diferencialidad frente al castellano 60 55,6 50 40 32,4 31 30 ESNL-2006 ESL-2008 20,319,6 20 12,614,9 9,7 10 1,8 2,1 0 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo Poco de acuerdo Nada de acuerdo Ns/Nc Vemos a la luz de los resultados cómo los habitantes del norte de León (ESNL2006) en un 75,9% ven diferente su habla tradicional frente al castellano junto al 50,6% del total de la provincia (ESL-2008), aunque no debemos olvidar que en esta encuesta se incluyen áreas castellófonas cuyo peso en número de encuestas es superior a las áreas asturófonas. De esta manera se percibe una distancia lingüística frente al castellano en ls zonas leonesas del norte y una disolución de la misma en las encuestas generales de la provincia –con una percepción de esa distancia lingüística en el noroccidente leonés y un cuestionamiento de la distancia interlingüística en Cabrera, pese a la realidad lingüística de esa zona, Omaña y lógicamente en Tierra de Campos. Los resultados “anómalos” frente a la realidad geolectal de Cabrera y Omaña podrían deberse a una de nuestras objeciones al trabajo, a la escasa muestra (5 y 4 respectivamente) y que no muestran esa diferencialidad de la lengua histórica (ESL-2008: 81); algo que sí sería posible en una encuesta de mayor muestreo general y con posibilidad cierta de individulización comarcal. El segundo elemento de adscripción correspondería a la identificación con el asturiano, algo que desde una perspectiva académica ya se expresó en 1906 en la obra El Dialecto leonés de Ramón Menéndez Pidal. Similitud con el asturiano 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 43,9 41,8 31,3 26,9 ESNL-2006 ESL-2008 12,5 10,511,9 10,8 3,5 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo Poco de acuerdo Nada de acuerdo 6,9 Ns/Nc Nuevamente son los encuestados de los municipios norteños de León (ESNL2006) quienes muestran una percepción de similitud del 75,2%, frente a los datos provinciales (ESL-2008), en los que l visión de similitud es minoritaria. Destacan aquí tanto los Ancares –incluido en el dominio gallego-portugués– como Tierra de Campos – de habla castellana–. En el aspecto de identificación positiva sobresale Laciana. Podemos ver cómo es la zona norteña la que presenta una percepción destacada de la distancia interlingüística frente al castellano y su similitud frente al asturiano. Algo que contrasta con los datos globales de la provincia, en la que se incluyen puntos de encuesta en los tres dominios lingüísticos existentes en la provincia de León y con un mayor peso de número de encuestas en zonas en las que el habla tradicional, históricamente o en la actualidad es el castellano, con lo que consecuentemente ni perciben distancia alguna frente al castellano ni ven similitud con el asturiano. Vistos estos datos de individualización del habla tradicional de los leoneses, mucho más destacado en el norte leonés (ESNL-2006) que en el resto de la provincia (ESL-2008) abordaremos otros aspectos vinculados al conocimiento de la existencia de una realidad lingüística propia y que tiene trascendencia interna en cuanto a la categorización de la misma como lengua y externa, la nominalización del habla propia el glotónimo y su relación con la realidad lingüística asturiana por encima de los aspectos académicos y los estudios lingüísticos pertinentes. 3.2 El habla tradicional como lengua En este apartado se valora la percepción de los encuestados hacia su habla propia y su adscripción autónoma como lengua o no, la percepción subsidiaria de la misma. Si analizamos los datos existentes de las encuestas utilizadas vemos como la percepción autónoma es minoritaria, apenas un tercio de los encuestados responde afirmativamente a la pregunta sobre el carácter de lengua del habla tradicional. Nuevamente será la zona norteña la que presente un mayor percepción de singularidad, pero apenas relevante esta diferencia frente al global provincial (37,4% frente a 35,1%). La opción subsidiaria es mayoritaria en ambos estudios y destaca el 8,6% de NS/NC de ESNL-2006. Vemos aquí como la conciencia lingüística de la comunidad refleja lo transmitido tradicionalmente por la escuela y aceptado mayoritariamente hasta la fecha por la sociedad, el “leonés” como dialecto, bien histórico o directamente una variedad actual del castellano. No obstante ese tercio de la población supone una base de trabajo amplia sobre la que desarrollar posibles trabajos normalizadores y la extensión de la misma a la población leonesa en general. Precisamente este atributo sociológico, es por encima de los que pueda determinar la glotología, el que determina la actitud de la comunidad hacia el habla propia y su consideración de la variedad autónoma como lengua y por lo tanto, connotada positivamente y es lengua en cuanto sus hablantes así lo consideren. No obstante, desde una posición neutra, sin optimismo revitalizador ni pesimismo enterrador de dialectos existe una minoría significativa que considera el habla tradicional como lengua a pesar de las informaciones contrarias existentes y de la poca información que sobre el proceso de recuperción lingüística del asturiano existe en León. Carácter de lengua 60 53,9 50 44,2 40 30 28 ESNL-2006 24,1 20 ESL-2008 9,4 11 10 9,7 8,6 5,6 5,4 0 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo Poco de acuerdo Nada de acuerdo Ns/Nc 3.3 El nombre del habla tradicional Un aspecto muy importante, dado su simbolismo comunitario, es el glotónimo, el nombre con el que se refleja la realidad lingüística inmediata y pone en relación con la comunidad de hablantes y singulariza de otras. Es un proceso simbólico en el que los elementos identitarios juegan un papel muy importante, por encima de consideraciones técnicas del ámbito lingüístico y suele responder a identificaciones y motivaciones primarias, a la vez que es un reflejo del estado de la comunidad lingüística y de los procesos operantes de sustitución lingüística. Tenemos así este gráfico resumen de la situación de identificación nominal del habla tradicional. Una realidad que se muestra compleja y con diversos niveles de análisis y en los que no hay que perder de vista la situación general de sustitución lingüística en el territorio objeto de estudio. Nombre del habla tradicional 32,9 28,6 27,8 ESNL-2006 ESL-2008 7,6 Otras posibilidades Bable 5 Asturleonés Leonés 8,5 16,8 13,2 15,5 9,9 Denominaciones locales 18,5 15,7 Castellano 35 30 25 20 15 10 5 0 Así lo primero que destaca es el carácter mayoritario de castellano –32,9%– en el ámbito provincial (ESNL-2008), algo que responde a la realidad lingüística mayoritaria de la provincia. Por el contrario en el norte leonés (ESNL-2006) baja al 15,7%. La representación del nombre del otro dominio lingüístico existente, el gallego con un 8% aproximadamente (ESL-2008: 72): gallego 4,2%, gallego-leonés 1,8% y chapurriáu 2,6% (mayoritario en Ancares y presente en El Bierzo). Nos queda entonces un 60% de la población encuestada que asigna otros nombres a la realidad lingüística inmediata. Aquí vamos a encontrar diferencias entre la zona norteña , y de mayor conservación lingüística, y la encuesta provincial global. A partir de los datos de ESNL-2006 un 28,6% (furniellu, pal.luezu, l.lacianiegu, valdeonés...) responde con un nombre local o comarcal, algo que se conseña en las encuestas del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI) una denominación fragmentaria, que atiende a la realidad territorial y socioeconómica más cercana, o simplemente lo local: babianu, alistanu, senabrés, carbayés (ALPI) ou furniellu (García Gil, 2001) hacen referencia al territorio mas inmediato que conoce el hablante y con el que identifica la lengua. Al lado de estos nombres comarcales tenemos formas como pachuecu-pachuocu (San Ciprián de Senabria) chapurriáu (Oumaña) o charru (Aliste, Senabria) o caçurro, chaco o charro en Miranda del Douro (Portugal) que marcan una actitud en cierta manera minusvalorativa hacia la lengua. Tal y como expresamos en García Gil (2008) esto puede deberse a la territorialización de la lengua en determinadas zonas en un proceso histórico continuado hasta la actualidad; la no existencia de un núcleo principal asturófono; la importancia socioeconómica de las comarcas en este ámbito: serían estas las microáreas básicas de relaciones sociales y económicas junto a un secundario intercambio con las comarcas vecinas. Un factor lingüístico sería la elevación de lo que entienden como particularidades lingüísticas propias a rasgo identitario primario frente a lugares próximos, de ahí las denominaciones locales junto a una falta de estima lingüística y por lo tanto, los nombres despectivos hacia el habla propia. Por otro lado, sí aparecen en las respuestas ofrecidas, el término leonés (8,5%) en el norte leonés (ESNL-2006) y que aumenta su porcentaje como referente global en una encuesta en todo León (ESL-2008) al 27,8%, al entenderlo no tanto como el nombre del habla local sino como referente identitario primario por encima de la realidad lingüística actual.. Al lado de ello los términos asturiano o bable tienen en la encuesta del norte leonés estricto (ESNL-2006) unos resultados del 20,5% las dos respuestas –5,0% y 15,5% respectivamente– reduciéndose en la encuesta provincial global –donde se incluyen amplias zonas no asturófonas– a un 5% de los encuestados. Destaca igualmente un término unitario astur-leonés, mayoritario por sí mismo en el norte leonés (18,5%) y que para toda la provincia alcanza el 9’9% de los encuestados. Un término de elaboración, producto de la subjetividad no derivado directamente de etnónimo o comunidad existente y que supone una elaboración teórica de nombre global de la comunidad lingüística e integrador de Asturias y León, y por lo tanto una base sensible tanto a la categorización como lengua como a la conciencia de unidad lingüística entre Asturias, León y Miranda y a las actividades dinamizadoras. De aquí podemos deducir que tanto la actividad normalizadora en Asturias en los últimos treinta años como la pequeña actividad que se viene haciendo en León pueden influir en estos resultados, especialmente en los municipios norteños, junto con la posibilidad de las respuestas cerradas ante una pregunta que en el ALPI es de forma directa, sin escoger opciones posibles y sin olvidar en el caso de la encuesta provincial leonesa (ESNL2008) las implicaciones e identificaciones identitarias primarias en la respuesta, pudiendo darse esa respuesta primaria como leonés en zonas no asturófonas, más como rasgo identificador básico –de León– leonés– que no como glotónimo de la realidad inmediata al preguntar por ¿cómo llamaría a la forma tradicional de hablar de esta zona de Léon? Siendo forma tradicional lo suficientemente ambigua en la expresión como para llevar bien a la identificación con el habla local si existiera o en otros casos a la identificación del nombre ofrecido con el marco referente administrativo e identitario. Así la realidad del glotónimo en la actualidad en León refleja por un lado la tendencia tradicional mostrada ya en el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica a la denominación mediante nombre local o comarcal, opción mayoritaria en los municipios norteños y de mayor conservación del asturiano-leonés, los términos elaborados como astur-leonés, muestra de un proceso consciente de construcción de un nombre global para la comunidad lingüística asturófona, y de términos directos derivados de etnónimos, caso de leonés, identificación primaria y no siempre vinculada a la realidad geolectal tal y como se puede ver en ESL-2008: 73. Es de destacar la vinculación con la edad (ESNL-2006:58). Así mientras la población de mayor edad parece inclinarse hacia la respuesta castellano y la gente de mediana edad a términos como asturiano o leonés, es la gente joven la que prefiere términos como astur-leonés o bable, mostrando posiblemente un mayor sentimiento de vinculación, de comunidad lingüística, a pesar de ser generaciones de menor vitalidad lingüística del asturiano-leonés, pero más proclives a su desarrollo y viabilidad de futuro como lengua autónoma y compartida con Asturias y Miranda. 3.4 Unidad lingüística En este tercer elemento identificador se pregunta en las encuestas sociolingüísticas en León: el habla tradicional de esta zona y el asturiano o bable ¿son la misma lengua?. Una pregunta que sirve para ubicar y determinar el estadio de conciencia de pertenencia a un mismo dominio lingüístico. Unidad lingüística de asturiano y leonés 66,1 70 60 50 50 40 ESNL-2006 30 20 10 11,28,6 19,1 10,4 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo ESL-2008 15,6 6,5 4,1 8,3 0 Poco de acuerdo Nada de acuerdo Ns/Nc Como vemos por los datos ofrecidos no hay una percepción clara de la unidad lingüística, siendo mayoritario la negación de la misma. No obstante un tercio de los encuestados del norte leonés sí muestran esa afirmación, correspondiente a la gente que usaba términos como astur-leonés o bable. En la ESL-2008 esa unidad lingüística se niega en hasta un 66,5%. Vemos entonces un desajuste entre los datos geolingüísticos y académicos y la percepción de la población. Algo que no es ajeno a otros dominios lingüísticos, como el caso del catalán en Valencia y en la que por ejemplo la encuesta del CIS nº 2519 del año 2005 muestra cómo un 64,4% de los valencianos considera que valenciano y catalán no son la misma misma lengua a pesar de lo que diga la filología románica, la geolingüística o cualquier otra disciplina glotológica. Esto muestra, por un lado, un estadio avanzado de sustitución lingüística, entendido tanto desde una perspectiva estática, el proceso concluido, como dinámica, proceso operante en territorios asturófonos en distintos ámbitos geográficos y de población. Es éste, junto a la fragmentación interna mostrada en el glotónimo la muestra más clara de esa pérdida de conciencia lingüística y que refleja muy posiblemente una etiqueta de dialecto leonés, variedad propia de León, cercana al asturiano, pero que no es lo mismo, diferente del castellano, pero no tanto como para ser una lengua: es en definitiva esa pérdida de conciencia lingüística autónoma y la asunción de un discurso ideológico sobre ese dialecto leonés, algo que parece mayoritario en las zonas no asturófonas de León, elemento cultural importante aunque no individualizador. Por otro lado la subordinación lingüística manifestada en el norte leonés en la encuesta de 2006 en cuanto a su percepción autónoma como lengua o no se ve reforzada en el glotonimo fragmentario y local, solamente superado por una pequeña parte de los sujetos encuestados que no parecen demostrar subordinación alguna al realizar un proceso de abstracción a términos como astur-leonés y de los que, a falta de datos cruzados entre respuestas al nombre del habla tradicional y de la categorización como lengua, se podría desprender de este grupo una actitud avanzada o de vanguardia en cuanto a su posicionamiento y conciencia lingüística. Igualmente estos desajustes entre la opinión de los encuestados se encuentran en el carácter individualizador y aislante de las comunidades lingüísticas inmersas en procesos avanzados de sustitución lingüística, donde la fragmentación de la misma es más que evidente y se pueden ver reafirmaciones por identificaciones identitarias primarias en las que la lengua, entre otros atributos, no se puede compartir con otros territorios y sus gentes, puesto que cuestionaría esa identidad primaria sobre la que se asientan los discursos identitarios y políticos que igualan el proyecto comunitario o la construcción identitaria con los atributos del mismo de forma unívoca. 3.5 Estigma lingüístico En esta pregunta sobre si utilizar palabras, expresiones, frases... tradicionales de esta zona de León ¿es hablar mal y utlizar el castellano es hablar bien? La respuesta puede parecer sorprendente en cuanto a los resultados obtenidos: Estigma lingüístico 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 76,678,3 ESNL-2006 ESL-2008 10,811 Muy de acuerdo 4,1 1,8 5,3 3,9 Bastante de acuerdo Poco de acuerdo 3,2 5,1 Nada de acuerdo Ns/Nc Vemos cómo claramente parece no existir ese estigma. Algo que se tiene que matizar y es que cualquier investigador de campo se encuentra en sus trabajos con respuestas minusvalorativas o de ocultación –una clase de autoodio lingüístico– que en nada corresponde a la realidad. Así esta declaración de falta de estigma lingüístico puede responder a diversos factores. El primero, relacionado con la propia conciencia lingüística del encuestado en zona asturófona, sería una actitud de búsqueda de aprobación por parte del encuestador respondiendo lo que supone se esperaría de un trabajo de este tipo; otro factor relacionado con la subjetividad del encuestado sería la creación de prejuicios compensatorios positivos en el uso de determinadas marcas léxicas integradoras en la microcomunidad de la que forma parte y por último, la propia formulación de la pregunta, al aislar esos elementos léxicos puede suavizar la respuesta y ver esos elementos aislados como propios frente al habla tradicional en conjunto, valorada negativamente en su acción diaria, desde la ocultación de la misma hasta la ruptura de la transmisión intergeneracional de la misma. Esa misma lexicalización, preguntada en estas encuestas tiene su correlato en la encuesta amplia ESL-2008, donde en zonas no asturófonas, pero que lo pudieron ser en su momento más o menos distante en el tiempo, esos elementos léxicos son interpretados como marca identitaria leonesa, y más en un contexto sociopolítico leonés donde la integración en la comunidad autónoma de Castilla y León es abiertamente contestada. Vemos entonces cómo ese estigma lingüístico de hablar mal no es respondido en este item. No se valora la variedad propia en su conjunto fónico, morfosintáctico y léxico sino que se aborda el elemento léxico, las palabras y expresiones que pueden implicar una pervivencia y uso del habla tradicional descontextualizado y sumergido en el castellano, en este caso. No se considera si hablar lo propio es hablar mal, aldeano, tonto... todas ellas respuestas espontáneas en trabajos de campo sino que esos elementos léxicos integrados en el castellano regional de León le dan un aire propio que lo singulariza. 3.6 Competencia lingüística Esa visión subsidiaria, consecuente con la sustitución lingüística, y más en estadios avanzados de la misma, se puede manifestar en la declaración de competencia lingüística por parte de los encuestados en las habilidadeslingüísticas. Hay una mayoría de ellos que se declara sujeto activo en alguna o todas de las competencias lingüísticas como se desprende de los datos fruto de la encuestación: Competencia lingüística 3636,7 24,3 24,3 21,3 18,9 ESNL-2006 13,9 9,1 5,3 ESL-2008 9,1 Ns/Nc Ni entiende ni habla Entiende, habla, lee y escribe Entiende, habla y lee Entiende y habla 0,30,9 Únicamente entiende 40 35 30 25 20 15 10 5 0 De estos datos se ve una mayor competencia de los encuestados de los municipios limítrofes con Asturias, similar en muchos aspectos a la encuesta provincial general, aunque sí que destaca en lectura y escritura. Resultado posiblemente de la actividad desarrollada en esas zonas norteñas, como Laciana o Palacios del Sil y la existencia de un grupo de escritores, bien de usos locales en la ortografía como Emilce Nuñez o Severiano Álvarez, bien con una ortografía normativa de la Academia de la Llingua Asturiana (Normes ortográfiques, 1981 y Gramática de la Llingua Asturiana, 1998) como Roberto González-Quevedo o su madre, ya fallecida, Eva González. Se entiende entonces que estas competencias en el norte leonés respondan a esa realidad de pervivencia de la lengua asturiano-leonesa en el entorno y la actividad literaria importante en el nivel local y comarcal, lo que permitiría la adquisición de la lectoescritura a partir de las formas tradicionales de escritura de la variedad local o de la forma referencial académica. La duda se plantea cuando ese marco es el conjunto de la provincia de León y que podría responder a esa lecto-escritura basada en las obras que han venido circulando desde los tiempos de La Ribera del Órbigo, cuentos en dialecto leonés de Cayetano A. Bardón y asumido por lectores y escritores tradicionales. Hay que entender entonces estos niveles de escritura y lectura como reflejo de esa actividad escritora, imitada en distintas comarcas y ajenas al proceso de normalización de corpus desde Asturias, factor éste último que sí podría aparecer en una minoría de encuestados, aquéllos más proclives a usar astur-leonés como glotónimo, lengua autónoma y manifiesto de unidad con el asturiano o bable. Otro factor a analizar sería la presencia de respuestas militantes en las habilidades macrolingüísticas como forma de integración simbólica y de identidad leonesa y finalmente, otro grupo en el que la consideración subsidiaria frente al castellano les haría percibir sus variedades castellanas como parte de ese leonés y por lo tanto, conocedores del mismo. 3.7 Vitalidad del habla tradicional: casa / entorno En este item de las encuestas se pregunta por la lengua ambiental en el hogar del encuestado y en su entorno. Las respuestas dadas por los encuestados nos muestra lo siguiente: Lengua de casa en la actualidad 65,7 70 54,5 60 50 40 30 20 ESNL-2006 31,1 23,1 14,4 ESL-2008 10,9 10 0 0,3 0 Habla tradicional Castellano Mezcla de las dos Ns/Nc Se ve un uso predominante del castellano en ESL-2008 (65,7% frente a un 54,5% del norte leonés. Los encuestados que se declaran hablantes de la forma tradicional ronda el 11% del total de los encuestados provinciales y un 14,4% de los encuestados en los municipios limítrofes con Asturias. Significativo en esta zona es el prácticamente un tercio de los encuestados que se declaran hablantes de formas mezcla de los dos, el amestáu, reflejo del proceso de sustitución lingüística en cuanto a uno de sus factores que afectaría al propio código lingüístico en la capacidad comunicativa de la forma vernácula, de la que son conscientes por contraste con las formas consideradas como autóctonas de la pérdida de elementos constituyentes y sustituidas por formas alófonas de la lengua techo (Dachsprache) y que en un proceso continuo termina por sustituir a la variedad autóctona, agilizado esto por la ruptura de la transmisión generacional. Dentro del ámbito provincial (ESL-2008) ese grupo de hablantes de formas híbridas incluiría además de lo ya expresado, a aquéllos que consideran su forma de hablar una mezcla de las dos por contener esos elementos léxicos que categorizarían como leoneses, pese a una fonética y morfosintaxis castellana. Un aspecto conflictivo, el número de hablantes de leonés, no puede ser obtenido de estas encuestas. Y esto es así porque nos encontramos ante una encuesta cualitativa, no cuantitativa, en la que no se pregunta por items objetivos de conocimiento de la lengua ambiental. Es esta una declaración subjetiva y en la que habría que matizar igualmente que dentro de este porcentaje hay encuestados de la zona berciana y ancaresa de lengua gallega y hablantes de castellano regional de León que se pueden considerar también hablantes de leonés. Por último otro factor distorsionador sería aquel que se produce históricamente en la ocultación y designación del habla propia como castellano pese a reflejar el trabajo de investigación dialectal un habla plenamente asturiano-leonesa. Sería este el caso, por ejemplo, de la encuesta de Folledo en el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica. Lengua ambiental 39,8 30,4 23,4 30,5 19,619,5 24,6 ESNL-2006 ESL-2008 9,9 Ns/Nc Castellano únicamente Más bien poco De vez en cuando 0,3 2 Habitualmente 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Finalmente esta percepción de lengua ambiental manifiesta una visión en la que en la zona norteña (ESNL-2006) la mitad de los encuestados expresa esa presencia ambiental, frente a un 10% que sólo percibe la existencia del castellano. Una presencia como lengua única para el 30% de los encuestados del trabajo global (ESL-2008). Como vemos se vuelbe a manifestar la existencia de la misma y su percepción por los encuestados. La cuestión vuelve a plantearse al preguntarnos qué es lo que entendieron los encuestados por habla tradicional y su implicación en las respuestas. 4. Actitudes sociolingüísticas En este segundo, y último bloque de análisis vamos a centrar nuestra atención en las actitudes lingüísticas, los datos que se desprenden de las respuestas a las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008. Estas actitudes sociolingüísticas son consecuencia de los cambios producidos en los procesos de sustitución lingüística –o en el inverso de normalización- estas actitudes cambian dependiendo de cómo actúen las tensiones existentes en los diversos ámbitos de uso y su presencia o ausencia en alguno de ellos y/ o la recuperación o introducción en ámbitos anteriormente no ocupados. Siguiendo lo expresado por Solé i Camardons (2001, 164) distinguiremos entre actitud y creencia puesto que: […] encara que no sempre totes les creences produixen acituds lingüistiques, la mayoría de les creences –proporcionades per la conciencia lingüística- comporten una presa de posició […] Les actituds només poden ser positives –d’acceptació- i negatives –de rebuig-. Una actitud neutra és impossible d’imaginar; en tot cas hom podria parlar d’abséncia d’actitud […] Este mismo autor expresa cómo para cambiar las actitudes lingüísticas en lenguas subordinadas en proceso de normalización es necesario incidir en cambios en las estructuras socioeconómicas, socioculturales y políticas, pues entiende Solé i Camardons (2001, 164) no sería previsible cambio alguno en las actitudes sociolingüísticas sin modificaciones en las estructuras anteriormente citadas, puesto que los valores que se asignan no dependen de hablantes aislados sino del conjunto social con sus modelos de comportamiento –sociocultural, socioeconómico y político–. 4.1 Perspectivas y marco legal Pasamos así a analizar los datos de las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008 sobre actitudes sociolingüísticas en León. Anticipándonos a una visión de los mismos podemos afirmar que hay en general una actitud favorable al “habla tradicional”, pero matizable. Es una actitud positiva a aspectos que se pueden considerar favorables o positivos desde el punto de vista cultural, que no modifique el status quo de la situación lingüística actual. Podemos afirmar que las actitudes sociolingüísticas derivadas de estas encuestas son favorables, pero subordinadas –no parecen buscar la modificación de las estructuras socioeconómicas, socioculturales y políticas– y por lo tanto se mantiene la subordinación de la misma y una visión “cultural” de la misma. Esto se puede observar en la pregunta 16 de los cuestionarios ¿Cuál es el futuro que usted desearía para esta habla tradicional? Las respuestas en ambos cuestionarios son similares y manifiestan a partir de los datos obtenidos una actitud subsidiaria, que si bien no plantea o desea su desaparición, no plantea un cambio de las estructuras socioculturales, económicas y políticas que supondría un uso como el castellano, su oficialidad en otras palabras. Futuro del habla tradicional 60 50 40 30 53,1 36,9 27,9 30,4 ESNL-2006 20,5 11,4 N 20 10 2,6 1,8 ESL-2008 5 10,4 Ns/Nc Únicamente castellano Lenta desaparición Usos no oficiales Como el castellano 0 No obstante, a la pregunta 17 El habla tradicional de León ¿debería tener un reconocimiento jurídico pleno en el estatuto de autonomía de la comunidad? Las respuestas son similares, aunque se acentúa a un 42,5% las actitudes negativas. No obstante, y como ya hemos visto en la primera parte de este artículo la pregunta está desfasada al estar ya ese reconocimiento legal en el Estatuto de autonomía de Castilla y León en su última reforma. Podemos comprobar entonces cómo existe una actitud positiva al cambio legal y a su uso pleno en torno al 50% de los encuestados y una oposición también cercana a ese 50%, una distribución antagónica y en la que parece que la zona norte leonesa ESNL-2006 una mayor positivación de las actitudes. También se manifiesta una identificación entre los que consideran lengua, su habla tradicional (ESNL-2006: 37,4%; ESL-2008: 35,1%) y su posibilidad de oficialización. Destaca también que dos tercios de los encuestados del norte de León son partidarios de su reconocimiento legal, algo más elevado que en la encuesta provincial ESL-2008: Reconocimiento legal 60 51,4 50 40 38,5 37,6 ESNL-2006 30 20,8 20 12,1 9,4 10 16,1 ESL-2008 8,2 2,3 3,6 0 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo Poco de acuerdo Nada de acuerdo Ns/Nc En un segundo bloque de preguntas sobre actitudes sociolingüísticas, aquéllas que hacen referencia directa a su promoción y empleo en diversos ámbitos sociales las respuestas son mayoritariamente positivas. Parece entenderse esta promoción como ámbito cultural, que no modifica marcos legales, pero difundiría este patrimonio lingüístico como un aspecto cultural de los leoneses. No se busca modificar la subordinación del habla tradicional, sino su inclusión en ámbitos formales desde esa subordinación, un elemento añadido al bagaje cultural, pero no conflictivo, una actitud positiva matizada y relacionada con la conciencia lingüística manifestada, en la que se muestra ese proceso de sustitución lingüística y en la que la percepción mayoritaria de no ser una lengua, sino algo que como ya hemos dicho respondería a “dialecto leonés”, diferente al castellano, pero que no llega a lengua y por lo tanto entendible desde una dimensión cultural, ajena a las estructuras citadas sociales, económicas y políticas. De esta manera a la pregunta 20: Las instituciones y, en concreto, los concejos en los que todavía esta forma de hablar está viva, ¿deberían promover su uso (concursos literarios, musicales, cursillos, etc.)? las respuestas son similares en ambas encuestas, ampliamente positivas, aunque destaca un 90,4% en la ESNL-2006, zona de conservación de la lengua tradicional y por lo tanto, zona de aplicación posible de estas medidas y el 83,1% en ESL-2008, positiva en todo el territorio, aunque más baja, obviamente en la zona suroriental y mayor positivación en la zona noroccidental. 4.2 Presencia en la enseñanza La presencia en la enseñanza, pregunta 19: ¿Debería poder estudiarse el habla tradicional de León, del mismo modo que se estudia el asturiano o bable en Asturias?, muestra una misma actitud positiva, mayoritaria en la zona norte de León, ESNL-2006: 75,5%, frente al 63,2% del marco provincial, en la que destaca la actitud negativa, frente a los valores más positivos del noroccidente, la zona de Tierra de Campos. Así la tabla siguiente nos muestra estos datos relativos a la presencia en la escuela. Presencia en la escuela 70 63,2 60 46,6 50 40 ESNL-2006 28,2 30 20 ESL-2008 18,4 16,6 12,3 2,6 5,6 10 3,5 3 0 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo Poco de acuerdo Nada de acuerdo Ns/Nc 4.3 Colaboración lingüística con Asturias. Por último si observamos las respuestas a la pregunta 18: ¿Debería haber formas de colaboración entre Asturias y León para coordinar las actuaciones de política lingüística que se están haciendo en Asturias y, en su caso, las que se hagan en León?, Colaboración en materia lingüística con Asturias 80 70 60 50 70,9 43,8 40 30 20 ESNL-2006 ESL-2008 23,4 17,8 14 2,6 3,3 10 0 Muy de acuerdo Bastante de acuerdo Poco de acuerdo 6,1 Nada de acuerdo 11,5 6,4 Ns/Nc De estos datos,tal y como afirman los autores de los estudios ESNL-2006 y ESL-2008 (García Arias & González Riaño, 2008:110: […] Como vemos caltiénse una tónica que vien amosándose a lo llargo de cuasi tola investigación: los ciudadanos lleoneses asitiaos nos conceyos del norte son más favoratibles a la collaboración, mentando que la población lleones considerada globalmente, magar sofitar tamién esa posibilidad inequívocamente, failo de mou enforma más moderáu. […] Pese a la dificultad señalada de individualizar los resultados por comarcas, se puede observar una actitud ampliamente positiva en el noroccidente leonés, y destacan por el contrario Tierra de Campos y la zona occidental, El Bierzo, Ancares o Cabrera. Así las actitudes sociolingüísticas derivadas de las creencias sobre la lengua propia muestran una actitud positiva en líneas generales, siempre y cuando no modifique cicunstancialmente el estatus actual y la subordinación lingüística, situación ésta que no es percibida por la mayoría de la población, y que estarían de acuerdo con actuaciones divulgativas, de enseñanza y culturales dentro de ese patrimonio cultural leonés más amplio y sin cuestionar el statu quo existente. Esa posición positiva subsidiaria puede suponer un buen punto de partida en un posible proceso de promoción y difusión al amparo del nuevo marco legal estatutario. 5. Conclusiones y cierre A lo largo de este trabajo hemos planteado las nuevas perspectivas para el leonés, el asturiano-leonés de León, que se abren en este siglo XXI con la inclusión en la última reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León en su artículo 5.2.:. El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por ese particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación. Así la norma legal estatutaria de Castilla y León establece la regulación del leonés en su protección, uso y promoción, lo que podemos entender como una ley de lenguas en la que se desarrolle su presencia en la escuela, medios de comunicación, toponimia, producción culturaly Administración. Este reconocimiento legal implica igualmente el cumplimiento de los dispuesto en la Carta Europea de lenguas minoritarias o regionales: «España declara que, a los efectos previstos en los citados artículos, se entienden por lenguas regionales o minoritarias, las lenguas reconocidas como oficiales en los Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Cataluña, Illes Balears, Galicia, Valenciana y Navarra. Asimismo, España declara, a los mismos efectos, que también se entienden por lenguas regionales o minoritarias las que los Estatutos de Autonomía protegen y amparan en los territorios donde tradicionalmente se hablan. […] […]A las lenguas citadas en el párrafo segundo se aplicarán todas aquellas disposiciones de la parte III de la Carta que puedan razonablemente aplicarse en consonancia con los objetivos y principios establecidos en el artículo 7. […]» Igualmente esta Carta Europea en su artículo 7.1.b) obliga a respetar el área lingüística geográfica por encima de las divisiones administrativas, sin que estas puedan ser obstáculo al fomento de la lengua regional o minoritaria y, por otro lado el artículo 14. b) que legitima la existencia de una cooperación lingüística transfronteriza en el nivel de autoridades locales y regionales. Elementos estos que llevarían a hablar de una cooperación interautonómica en la protección y promoción de esta lengua y de acuerdos transfronterizos para el caso mirandés. Con estas disposiciones legislativas, autonómica y europea, se abre una puerta, un resquicio de futuro al leonés, a las variedades asturiano-leonesas de León y Zamora, en el siglo XXI si se aplican con decisión e interés las normas y los procesos de recuperación y dignificación del patrimonio lingüístico leonés. Una vez que hemos visto este marco legal se nos plantea saber cuál es la situación y vitalidad lingüística del leonés, cosa que se debería hacer a través de una encuesta lingüística que refleje aspectos de conocimiento, vitalidad y diversidad geolectal, y fundamentalmente, lo que constituye el eje central de nuestro trabajo, aspectos sociolingüísticos de la comunidad sobre la que se tiene que actuar: concien lingüistica y actitudes sociolingüísticas hacia el asturiano-leonés en León. Para ello nos hemos valido de dos trabajos recientes que llenan una laguna en este campo existente en León; son los encuestas de X. L. García Arias & X. A. González Riaño de 2006 sobre la situación sociolingüística de los municipios limítrofes con Asturias del norte de Léon (ESNL-2006) y el trabajo de 2008 con una encuesta sociolingüística en toda la provincia de León (ESL-2008). A partir de ellos y después de una introducción a sus aspectos técnicos planteamos algunas objeciones que no invalidan el trabajo, básicamente referidas al muestreo, al número de encuestados que quizás debería ser mayor y permitir la singularización por comarcas y áreas lingüísticas, el carácter cerrado de las respuestas, que puede influir en preguntas como el glotónimo o preguntas que pueden ofrecer interpretaciones diferentes a lo buscado por los investigadores, junto a la posibilidad de cruzar resultados, tal y como podría resultar interesante entre la percepción como lengua y el nombre asignado a la misma. Pasamos después al objeto del trabajo: la interpretación de algunos de los resultados obtenidos en las encuestas ESNL-2006 y ESL-2008 nos centramos en la conciencia lingüística, el conocimiento de la existencia de una realidad lingüística (Boix i Fuster & Vila i Moreno, 1998: 281 )reflejada en los datos y las actitudes sociolingüísticas –positivas o negativas– derivadas de las creencias que del habla propia manifiestan los encuestados y básico para completar una instantánea de la realidad sociolingüística y plantear las acciones que se desprenden de la posible promoción, uso y protección del leonés a partir del nuevo Estatuto castellano y leonés. De los datos de las encuestas sociolingüísticas se desprende, tal y como analizamos a lo largo de este trabajo una realidad sociolingüística compleja, en la que se nota una cierta diferencia entre los datos obtenidos en el norte leonés (ESNL-2006) frente a los globales provinciales (ESL-2008). La conciencia linguistica en cuanto a la singularización del habla tradicional frente al castellano y de similitud con el asturiano es mayoritaria en los encuestados de los municipios limítrofes con Asturias – aproximadamente tres de cada cuatro encuestados así lo manifiestan– frente a la encuesta global, en la que el peso demográfico de las zonas no asturófonas diluye estos resultados a un 50,6% que perciben la distancia con el castellano y un tercio de los encuestados la similitud con el asturiano. La consideración autónoma como lengua se da en términos generales en un tercio de la población tanto del norte como del total provincial. El otro aspecto que nos puede servir para ver el conocimiento de la realidad lingüística por parte de la población leonesa es el glotónimo –el nombre de la lengua– y en este plano se refleja una heterogeneidad en los resultados. En la ESNL-2006 los datos apuntan a la denominación local o comarcal como mayoritaria (28,6%) y la aparición importante del término, fruto de una elaboración teórica y desde la abstracción comunitaria que es astur-leonés (18,5%). Estos glotónimos locales muestran la continuación de resultados que se obtenían en el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica, con datos de los años 30 del siglo pasado, e igualmente muestran una percepción fragmentaria de la comunidad lingüística, tanto con Asturias como con las realidades comarcales más cercanas. También asturiano y bable aparecen en los resultados de los encuestados –5% y 15,5% respectivamente–. En la encuesta que incluye todo el ámbito territorial leonés es castellano la primera opción –un tercio de los encuestados– seguido de leonés (27,8%), fruto de una reflexión identitaria básica, en la que se identifica el territorio, el nombre del marco territorial y lo identitario con el nombre que tendría que recibir el habla tradicional de León. Junto a ello tenemos un 10% de respuestas como astur-leonés y bable con un 5%. Las denominaciones que hacen referencia al gallego en El Bierzo suponen un 8,4% con denominaciones como gallego, gallego-leonés o chapurriado. Estos resultados nos muestran una conciencia lingüística heterogénea, donde la franja norteña de León (ESNL-2006) muestra una mayor percepción de singularidad y autonomía lingüística y una mayor percepción, aunque minoritaria como lengua de lo propio. La diversidad denominativa en cuanto al glotónimo refleja una fragmentación de la comunidad lingüística en microcomunidades asentadas sobre marcos comarcales, tanto al referente asturiano como a las comarcas circunvecinas. Por otro lado un término como astur-leonés supone una elaboración subjetiva de conformación de una comunidad lingüística entre los territorios de lengua asturiano-leonesa de Asturias y León y destaca su presencia en el norte leonés, lo que supone una base posible de trabajo de dignificación lingüística. Otros datos relevantes en la observación de la comunidad lingüística y su situación en el proceso de sustitución lingüística se refiere a la vitalidad de la misma y su percepción del estigma lingüístico. La vitalidad lingüística es débil y muestra en estas encuestas una situación de sustitución lingüística avanzada, donde la lengua mayoritaria es el castellano y el habla tradicional supondría en un uso declarado, con indiferencia de qué considere el encuestado, de la variedad geolectal de la zona uno de cada diez, un porcentaje que muestra ese estadio avanzado de sustitución y de pérdida de transmisión intergeneracional. Por el contrario los encuestados declaran unos conocimientos aceptables de todas las macrohabilidades, incluida la escritura, algo que contrasta con una lengua sin presencia en la escuela. Habría que entender estas habilidades declaradas como expresión del conocimiento de la literatura de expresión dialectal, como el caso de Cuentos en dialecto leonés de C. A. Bardón o en zonas del noroccidente leonés de la labor dignificadora de escritores como Roberto GonzálezQuevedo o Eva González, más que como un conocimiento real. Los encuestados afirman que utilizar léxico del habla tradicional no es hablar mal. De aquí no se puede desprender que no haya autoodio lingüístico o estigmatización del habla tradicional, algo que sí se percibe en múltiples trabajos de investigación a lo largo del siglo pasado y los pocos años del presente siglo. Se puede considerar esa lexicalización como marca distintiva de ser leonés dentro de la castellano, un castellano regional de León y no a variedades asturiano-leonesas, y de ende la negación de hablar mal por utilizar léxico o expresiones tradicionales y con una respuesta posiblemente de estigmatización lingüística referida a la variedad geolectal de la zona en sus planos fónico, morfosintáctico y léxico. Finalmente las actitudes sociolingüísticas, derivadas de las creencias que puedan tener los encuestados, sólo pueden ser positivas o negativas. En conjunto nos encontramos con una actitud positiva matizada por la percepción subsidiaria del habla propia frente al castellano en este caso, y si bien se ve positivo su presencia en la escuela, en la promoción y divulgación institucional y en la colaboración entre Asturias y León en materia lingüística ante la pregunta sobre el futuro deseado para la lengua se plantea su mantenimiento, aunque no en ámbitos oficiales para un 37% y en igualdad de condiciones con el castellano. En definitiva se nos muestra un panorama heterogéneo, con diversidad y divergencias de opinión en una comunidad lingüística en la que operan procesos de sustitución lingüística en estadio avanzado y en la que no obstante, cerca de un tercio de los encuestados muestra una conciencia lingüística en la que la individualización, el carácter de lengua y la elaboración subjetiva del glotónimo, junto con unas actitudes claramente positivas pueden ser la base sobre la que comenzar y actuar en la dignificación y promoción del leonés o asturiano-leonés de acuerdo con la regulación legal que se deriva del marco jurídico estatutario de Castilla y León y de la Carta Europea de las lenguas minoritarias. Referencias bibliográficas Academia de la Llingua Asturiana, Normes ortográfiques y entamos normativos. Uviéu, Academia de la Llingua Asturiana, 1981. Academia de la Llingua Asturiana, Gramática de la llingua asturiana. Uviéu, Academia de la Llingua Asturiana, 1998. 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