HISTORIA DE CIUDAD RODRIGO
Y SU TIERRA
I
De la Prehistoria al siglo XI
CENTRO DE ESTUDIOS MIROBRIGENSES
AYUNTAMIENTO DE CIUDAD RODRIGO
© De los textos: sus autores.
© De las fotografías, mapas, gráficos y dibujos, los autores, salvo indicación
contraria.
Colaboradores gráficos: Ángel Serrano, Jaime Grandes, Manuel Carlos
Jiménez González, José Manuel Benito Álvarez, Mª Concepción Martín
Chamoso, José Ignacio García Hernández, Sergio Rastrero, Socorro Uribe
Malmierca, Mário Reis, Javier Angulo, Manuel Santonja, Museo Arqueológico Nacional, Museo de Salamanca, Museo de Cáceres.
Cubierta: caballo en Siega Verde; Dolmen del Valle (Ciudad Rodrigo),
Mosaico de Belerofonte y la Quimera (Saelices el Chico) y tumba de El
Pueblito (Casillas de Flores), a partir de fotografías de José I. Martín
Benito, Mª Concepción Martín Chamoso y Rubén Rubio Díez.
ISBN. Obra completa: 978-84-124299-5-4
ISBN. Volumen I: 978-84-124299-6-1
DL S 323-2022
Printed in Spain. Impreso en España
Maquetación e impresión: Lletra Artes Gráficas (Ciudad Rodrigo)
De acuerdo con la legislación vigente, queda prohibida la reproducción
total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin
autorización expresa y por escrito, del editor.
HISTORIA DE CIUDAD RODRIGO
Y SU TIERRA
I
De la Prehistoria al siglo XI
COORDINACIÓN
José Ignacio Martín Benito
AUTORES
José Ignacio Martín Benito
Carlos Vázquez Marcos
José Luis Francisco
Juan José Palao Vicente
Enrique Ariño Gil
Manuel Salinas de Frías
Alberto Martín Esquivel
Iñaki Martín Viso
Rubén Rubio Díez
Inés María Centeno Cea
Ciudad Rodrigo
2022
ÍNDICE
PREÁMBULO
SALUDA DEL ALCALDE
Marcos Iglesias Caridad ...................................................................................... 11
LAS HISTORIAS DE CIUDAD RODRIGO Y SU TIERRA
José Ignacio Martín Benito ................................................................................. 15
EL MEDIO FÍSICO Y ADMINISTRATIVO
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
José Ignacio Martín Benito................................................................................. 25
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................... 57
LA PREHISTORIA
PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
José Ignacio Martín Benito................................................................................. 63
ARTE RUPESTRE PALEOLÍTICO EN EL VALLE DEL ÁGUEDA
Carlos Vázquez Marcos ..................................................................................... 121
MEGALITISMO EN LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
José Luis Francisco ........................................................................................... 133
BIBLIOGRAFÍA GENERAL .................................................................................. 145
EDAD ANTIGUA
EDAD ANTIGUA: LA ROMANIZACIÓN
Juan José Palao Vicente .................................................................................... 163
LA ARQUEOLOGÍA EN CIUDAD RODRIGO Y SU TIERRA
Enrique Ariño Gil ............................................................................................. 215
LA RELIGIOSIDAD PRERROMANA Y ROMANA
Manuel Salinas de Frías .................................................................................... 227
HALLAZGOS DE MONEDA ANTIGUA EN CIUDAD RODRIGO Y SU TERRITORIUM
Alberto Martín Esquivel ................................................................................... 237
BIBLIOGRAFÍA GENERAL ................................................................................... 251
ALTA EDAD MEDIA
ENTRE EL FIN DEL DOMINIO ROMANO Y LA “REPOBLACIÓN” (SIGLOS VI-XI)
Iñaki Martín Viso ............................................................................................. 267
LAS TUMBAS EXCAVADAS EN ROCA
Rubén Rubio Díez ............................................................................................ 317
LA CERÁMICA DE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA ALTA EDAD MEDIA
Inés Mª Centeno Cea ....................................................................................... 329
BIBLIOGRAFÍA GENERAL .................................................................................. 339
EL MEDIO FÍSICO
Y ADMINISTRATIVO
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO
DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Centro de Estudios Mirobrigenses
1. INTRODUCCIÓN
En los trabajos preparatorios para esta Historia de Ciudad Rodrigo y su
Tierra, la primera circular, remitida a los colaboradores en enero de 2020,
recogía que “los trabajos se centrarán en la Tierra de Ciudad Rodrigo, un
espacio geográfico coincidente con el antiguo corregimiento y con la diócesis
civitatense. Esto es, básicamente el antiguo partido de Ciudad Rodrigo
durante el Antiguo Régimen, tal como se recoge también en el denominado
Libro del Bastón de 1770 y en el mapa provincial de Tomás López de 1783”.
Tomando como referencia el actual mapa de la provincia de Salamanca,
el área de influencia de la tierra civitatense vendría delimitada al norte y nordeste por la comarca de la Ribera y la confluencia de los ríos Yeltes y Huebra;
al este por los valles de ambos ríos y por la sierra de Francia, al sur por la sierra de Gata y al oeste por la Ribacôa portuguesa (fig. 1).
Fig. 1. Localización de la Tierra de Ciudad Rodrigo.
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JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Es este un territorio donde se han sucedido y modificado diversas divisiones administrativas, políticas y eclesiásticas, principalmente desde la Edad
Media hasta la actualidad.
2. EL ÁMBITO FÍSICO
Del medio físico de la Tierra de Ciudad Rodrigo ya nos ocupamos
ampliamente en un trabajo al que nos remitimos (Martín Benito y Martín
Benito, 1994, 27-53); aquí trazaremos unas líneas generales que nos permitan
conocer los aspectos geomorfológicos, edáficos, hídricos, climáticos y vegetales del territorio.
2.1. ASPECTOS GEOLÓGICOS (fig. 2)
En dicho espacio predominan los terrenos paleozoicos, con materiales
cámbricos, en los que dominan las pizarras, asociadas muchas veces con grauvacas. También hay zonas ocupadas por granitos intrusivos, tanto al norte
como al sur de la Tierra. De edad cámbrica son también las calizas que afloran en puntos aislados de Aldea del Obispo, Barquilla y Alameda del Gardón
y noroeste de Fuenteguinaldo, así como una alineación SE-NO que se extiende desde Carpio de Azaba a Gallegos de Argañán1.
De los períodos ordovícico y silúrico quedan las cuarcitas y pizarras que
forman la Sierra de Francia y que, partiendo de esta, afloran en la Sierra de
San Giraldo, llegando hasta Ahigal de los Aceiteros. Otra alineación se extiende desde la Sierra de Tamames hasta las cercanías de Villavieja de Yeltes.
Sobre los materiales cámbricos y ordovícico-silúricos actuó la orogenia
hercínica, sometiendo a todos ellos a una metamorfización. Así, en las zonas
próximas a las intrusiones graníticas, el contacto derivó en la formación de
cornurbianitas, que se registran en zonas como el sur de El Payo, Villar de
Ciervo, Alameda del Gardón y, sobre todo, al norte y sur de Lumbrales. Otras
rocas metamórficas, como el gneis, aparecen en las proximidades de Villavieja
y Lumbrales.
1.
Estudio de los mármoles y calizas del oeste (Salamanca, Cáceres y Badajoz). Memoria. Plan nacional de la
minería. Instituto geológico y minero de España. Madrid, 1979, pp. 3840.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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En la etapa hercínica tuvieron lugar también fases de fracturación que
están en el origen de la futura Fosa tectónica de Ciudad Rodrigo. Sobre los
materiales hercínicos actuaron los procesos de meteorización y erosión, que
tuvieron lugar a lo largo del Mesozoico o era secundaria y que terminaron
por reducir la cordillera de materiales paleozoicos en una penillanura ligeramente alomada.
Fig. 2. Mapa geológico de la Tierra de Ciudad Rodrigo.
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JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Durante la era cenozoica o terciaria, la orogenia alpina levantará las grandes alineaciones del sur de la Tierra, como son las sierras de Francia y de
Gata. Estos movimientos alpinos inclinaron hacia el O-NO las penillanuras
paleozoicas, al tiempo que reactivaron las fracturas que delimitarán la Fosa
de Ciudad Rodrigo. Es esta una cubeta de sedimentos terciarios y cuaternarios típicamente continentales, que con dirección NE-SO se extiende desde
las proximidades de la ciudad de Salamanca hasta la localidad de Nave de
Haver, cerca de la villa portuguesa de Sabugal. Los sedimentos continentales
fueron colmatando la cubeta durante el Paleógeno y el Neógeno. Los materiales paleógenos aparecen en superficie y son principalmente areniscas arcósicas, cuyos componentes provienen sobre todo de la erosión de las rocas
ígneas y metamórficas. Los materiales neógenos del Mioceno apenas aparecen en superficie, aunque son visibles en lugares muy concretos, próximos a
las corrientes fluviales de los ríos Morasverdes y Yeltes, cuyas corrientes desmontaron el material que los cubría. Una nueva pulsación tectónica provocó
una nueva sedimentación en época plio-cuartenaria, dando lugar a la formación de depósitos de origen aluvial, las rañas, compuestas por cantos rodados
de cuarcita de tamaño variable, procedentes del área madre serrana.
Fig. 3. Fractura en el zócalo paleozoico por donde discurre el río Huebra.
Fotografía de Jaime Grandes.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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La red fluvial actual se formó durante el Cuaternario, cuando los ríos y
arroyos comenzaron a encajarse, al tiempo que provocaban la erosión sobre
los sedimentos. Las principales corrientes fluviales (Águeda, Yeltes y Huebra)
se encajan en el basamento paleozoico de rocas duras, por no poder erosionar
las partes laterales, dando lugar a riscos y gargantas (fig. 3); en cambio cuando
atraviesan los sedimentos terciarios, mucho más blandos, tienen a desplazarse
lateralmente, ensanchando su lecho y dando lugar a la formación de terrazas.
Estos niveles, con matriz de arenas y arcillas, están formados por cantos rodados de cuarcita, que proceden de los depósitos terciarios y plio-cuaternarios,
erosionados por los cursos de agua o, también, del área madre de las sierras
de Francia, Tamames o Camaces.
2.2. EL RELIEVE
Tres son las unidades morfológicas claramente identificables: las serranías
al sur, con altitudes que superan los 1.100 m, las penillanuras al norte y al
oeste, en torno a los 800 m y la cuenca sedimentaria de la Fosa en el este y
centro del territorio, en torno a los 600 m. La zona más deprimida se localiza
en la confluencia del río Águeda con el Duero, a 140 m de altitud, el punto
más bajo de toda la Meseta norte española.
2.2.1. El área serrana
El área montañosa remarca el SE y S de la Tierra. En la sierra de Francia
las alturas máximas se alcanzan en el pico Hastiala (1.730 m) y el santuario
de Nª Srª de la Peña de Francia (1.723 m), mientras que Peña Canchera
(1.592 m), La Bolla (1.519 m) y el Jálama (1.487 m) son las elevaciones mayores
de la sierra de Gata (fig. 4).
Otro conjunto de unidades serranas, continuación de la alineación de la
sierra de Francia, son, de sur a norte: las sierras del Guindo (1.457 m), del
Carazo (1.109 m) y de Valdefuentes (1.169 m). La alineación está colmatada
por los materiales terciarios de la Fosa; pasada ésta vuelven a emerger dando
lugar a las sierras de Peronilla (798 m) y de Torralba (854 m); más al noroeste
se alza la sierra de Camaces (914 m).
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JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Fig. 4. La Sierra de Francia desde la Fosa de Ciudad Rodrigo.
2.2.2. Las penillanuras
Son los terrenos erosionados del Complejo Esquisto Grauváquico o
zócalo paleozoico e ígneo, que afloran de sur a norte en el oeste del territorio,
continuidad que se extiende por las provincias vecinas de Zamora y de
Cáceres. Estos terrenos, suavemente ondulados, están modelados sobre
granito y sobre pizarra. En la Tierra de Ciudad Rodrigo se disponen hacia el
oeste, desde el campo de Camaces hasta los de Argañán y Robledo. Se trata
de un paisaje quebrado, en cuyas fracturas se han encajado el curso de los
ríos Yeltes, Huebra, Camaces y Águeda. En estas penillanuras suelen aparecer
una unidad morfológica conocida como “sierro”, esto es, formaciones accidentadas o cerros de pronunciadas pendientes, que, en varios casos, sirvieron
de emplazamiento humano desde la Prehistoria, por sus condiciones naturales
de defensa.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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2.2.3. Las llanuras estructurales
La planicie se localiza en la Fosa de Ciudad Rodrigo, resultado de la
acción erosiva prefluvial sobre los materiales cenozoicos. En varios casos la
erosión ha modelado un paisaje donde quedaron cerros testigos, motas o
pequeñas mesas, presentes en topónimos como El Llano, La Mota, Mesa
Grande, Mesa Chica...
2.3. TIPOS DE SUELO
Los distintos tipos de suelo están en función de la litología y los procesos
de meteorización y edafización experimentados. Los suelos dependerán
también de la topografía y el clima, modificados por la vegetación y la acción
humana. La diversidad de los tipos de suelo que encontramos en la Tierra
de Ciudad Rodrigo es la siguiente2:
Tierras pardas sobre pizarras. Sobre terrenos ordovícicos y silúricos; son
suelos limosos, ácidos y poco profundos. En función del clima se subdividen
en Tierras pardas meridionales y Tierras pardas húmedas; estos últimos se
localizan en las zonas de mayor altitud y con una pluviosidad por encima de
los 700 mm anuales.
Tierras pardas sobre granitos. Similares a los anteriores, pero de fácil
drenaje y muy erosionables. Presentan una textura arenosa y suelen asociarse
a las áreas graníticas de berrocales.
Tierras pardas sobre arenisca. Son suelos de profundidad variable, con
predominio de los de escasa potencia. Su textura es arenosa o areno-arcillosa,
pobres en materia orgánica y muy erosionables. Se localizan en el centrooccidental de la Fosa de Ciudad Rodrigo.
Tierras pardas psuedogley. Se localizan entre la Fosa y los ríos Yeltes y
Huebra, en la zona de la Fuente de San Esteban. Su textura es areno-arcillosa,
muy erosionables y también con escasa materia orgánica. Son suelos profundos,
cuyos niveles inferiores contactan con capas freáticas, produciéndose un
proceso de gleyzación.
2.
Conforme al trabajo de LUCENA CONDE, Felipe y GARCÍA RODRÍGUEZ, Antonio et alii: Los suelos de la provincia
de Salamanca. Instituto de Orientación y Asistencia Técnica del Oeste (IOATO). Salamanca, 1964.
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JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Suelos de grava sobre sedimentos pizarrosos. Son similares a las tierras
pardas húmedas, aunque más profundos y cubiertos en ocasiones por un delgado
nivel de gravas cuarcíticas. Están asentados sobre las rañas, localizándose en
el piedemonte de la Sierra de Francia y llegando hasta Sancti-Spiritus.
Suelos aluviales. Localizados en las vegas de los ríos a su paso por la
Fosa. Por lo general son suelos limo-arenosos o areno-limosos, con gran
capacidad para retener la humedad, por lo que suelen encharcarse en época
de lluvias.
Fig. 5. Hidrografía de la Tierra de Ciudad Rodrigo.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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2.4. LA RED FLUVIAL
La práctica totalidad del territorio forma parte de la cuenca hidrográfica
del Duero, con excepción de la vertiente sur de la sierra de Gata cacereña,
que se integra en la del Tajo. Los ríos principales nacen en las sierras del
sur: el Huebra en la Sierra de las Quilamas, el Yeltes en la de Francia y el
Águeda en la de Gata (fig. 5). Las subcuencas del Huebra-Yeltes y la del
Águeda están divididas por la alineación montañosa que se extiende desde
la sierra de Francia hasta la de Camaces. Por su parte, el Huebra y el Yeltes
están divididos, antes de unirse al norte de Bogajo, por la prolongación
paleozoica de la sierra de Tamames.
Los cursos fluviales se adaptan al complejo de fracturas de los materiales
cámbricos e ígneos, cambiando brusca y frecuentemente de dirección, encajándose en el viejo zócalo paleozoico. Cuando los ríos atraviesan la Fosa de
Ciudad Rodrigo, sus valles se ensanchan formando llanuras aluviales, como
ocurre con el Águeda a la altura de esta ciudad o el Yeltes en la vega de
Sepúlveda y Castraz, dejando algún resalte o altozano cuando el material
terciario está más endurecido. Todos ellos tienen un régimen hidrográfico
marcadamente pluvial, teniendo su caudal máximo con los periodos lluviosos
de otoño y primavera, acusando el estiaje del verano.
Fig. 6. El Águeda encajado en “Siega Verde”.
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JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
De todos los cursos de agua, el Águeda no sólo es el río más caudaloso
y el de más largo recorrido, con un índice de torrencialidad relativamente
alto, en torno al 8%. En la mayor parte de su curso discurre encajado formando riscos (fig. 6), salvo cuando atraviesa la Fosa, como ya se ha dicho. Su
cuenca ocupa la mayor parte de la Tierra civitatense. La cuenca tiene una
extensión de 2.600 km2, extendiéndose por el suroeste de la provincia de
Salamanca, norte de la Cáceres y por el oeste del distrito portugués de
Guarda (Campos, 2013: 9). Los principales afluentes los recibe por su margen
derecha: Río Frío, Mayas, Agadones y Burguillos y Agadón, mientras que
por la izquierda destacan la Rivera de Azaba y el río Turones.
2.5. CLIMA Y VEGETACIÓN
Desde la época prerromana hasta la actualidad la situación climática no
ha variado sustancialmente. Al igual que sucede en la Meseta norte, los rasgos
climáticos más destacados vienen dados por la mediterraneidad y por la continentalidad. La primera es originaria de la irregularidad y distribución de
precipitaciones, que se concentran principalmente en otoño y primavera, así
como de la aridez estival. La continentalidad no es tan acusada como otras
zonas meseteñas, pues el territorio recibe la influencia atlántica por la circulación atmosférica del suroeste. Con todo, la elevada altitud hace que los inviernos sean largos y fríos, salvo en la zona de Las Arribes y el sector más
hundido de la Fosa, en torno a Ciudad Rodrigo. Con excepción de estas dos
zonas, la oscilación térmica anual ronda los 17-18º C. Por su parte, la influencia oceánica hace que las precipitaciones superen los 600 mm anuales3.
El relieve es otro factor determinante; da lugar a dos microclimas: uno
en las áreas serranas meridionales y otro en Las Arribes. En Navasfrías el
régimen de precipitaciones medio suele superar los 1.000 mm al año, acusando
el matiz mediterráneo de la aridez del verano, en el que sólo se registra
el 2,25 % de la precipitación. El propio topónimo hace referencia a las temperaturas: frías en invierno y suaves en verano. Ello explica el dominio de la
vegetación caducifolia.
3.
Los datos proceden del estudio de GARMENDIA IRAUNDEGUI, José: Estudio climático de la provincia de Sala
manca. IOATO. Salamanca,1964.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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En el centro de Fosa, caso de Ciudad Rodrigo, la mediterraneidad está
más acentuada. Los veranos suelen ser calurosos, con una media superior a
los 22,5º C, mientras que los inviernos ningún mes está por debajo de los 5º
de temperatura media, mientras que la precipitación anual gira en torno a los
500 mm, la mitad que en Navasfrías. Estas variaciones térmicas y pluviales
se explican tanto por la diferencia altitud (900 m para Navasfrías y 653 m
para Ciudad Rodrigo), como por el encajamiento de la Fosa entre los relieves
paleozoicos, cuya topografía “de abrigo” condiciona un ligero aumento de las
temperaturas y un descenso de las precipitaciones (estas últimas entre 500 y
600 mm anuales, si bien en el entorno de la ciudad no llegan a 500 mm). En
las penillanuras, la precipitación media anual se mueve entre los 600-800 mm.
En Las Arribes, situadas al noroeste del territorio, la escasa altitud es
decisiva en cuanto al comportamiento térmico, típicamente mediterráneo,
como es el caso de Saucelle, estación situada a 152 m sobre el nivel del mar;
aquí, la temperatura media es de 17,5 º C, con inviernos suaves (ningún mes
baja de 9º), mientras que las precipitaciones rondan los 700 mm.
Fig. 7. Robledo en el castro de Irueña; al fondo el Jálama.
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JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Suelos y clima determinan la vegetación natural, si bien la acción antrópica es también un elemento para tener en cuenta. Varios son los dominios
vegetales que conviven en nuestro espacio:
La vegetación de montaña. Se localiza en las zonas altas de las sierras de
Gata y Francia. Las temperaturas bajas, muy frías en invierno, hacen que la
vegetación quede relegada a la presencia de matorral; por debajo hay masas
boscosas de pinnus pinaster, especie introducida por el ser humano.
Robledal del sur. Se extiende por la zona montañosa, hasta los 1.400 m de
altitud. La formación más características es el rebollo o roble tozo (Quercus
pyrenaica Willd), especie caducifolia. Forma masas boscosas en El Rebollar,
aunque actualmente aparece también como rebollar adehesado (fig. 7). En sus
dominios convive con especies introducidas por el hombre, caso de pinos en
la sierra de Gata o de castaños en la de Francia. El rebollo lleva asociado una
corte arbustiva formada por tomillos, brezos y helechos. En zonas menos
húmedas aparece también el quejigo. La presencia de topónimos ligados a
esta formación es abundante: El Rebollar, Robleda, Brezal, Tomillar…
Fig. 8. El encinar, en La Alamedilla.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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El encinar lusitano (fig. 8). La especie dominante es la encina (Quercus
rotundifolia Lam). Se localiza en la parte centro-occidental del territorio y
está asociado a especies como la jara, el cantueso, la mejorada o la escoba.
En muchas extensiones el encinar está transformado y aprovechado como
dehesa. Igualmente, la toponimia se hace eco de esta formación: La Encina,
El Encinar, Encino, Majuelo, La Jara, La Carrasca, el Carrascal...
El quejigal. Se sitúa al noreste del territorio, al este del encinar lusitano
y al norte del robledal del sur. El quejigo debió formar masas boscosas primitivas, pero en la actualidad, como buena parte del encinar, está adehesado,
compitiendo con el rebollo de las zonas húmedas fluviales y con el alcornocal
de la sierra Peronilla, conviviendo con la encina. El quejigal está asociado a
arbustos como el cantueso, algunas escobas y la aulaga.
Encinar mediterráneo. En Las Arribes, la encina forma bosques densos
en los escarpes, adaptándose a las condiciones climáticas de este espacio.
Otras especies vegetales arribeñas son el enebro, el quejigo y el alcornoque y
el madroño. Las condiciones climáticas favorecieron la introducción y cultivo
del olivo.
Vegetación de ribera. Asociadas al discurrir de las corrientes de agua,
están presentes especies como el fresno, el aliso, el álamo blanco y el chopo
negro.
3. EL ESPACIO POLÍTICO-ADMINISTRATIVO
La Tierra de Ciudad Rodrigo, como un espacio de administración política y eclesiástica, es el resultado de una herencia secular. Su configuración
actual tiene sus orígenes a partir de la segunda mitad del siglo XII, coincidiendo con las políticas repobladoras del reino de León, llevadas a cabo por
Fernando II y continuadas por su hijo y sucesor Alfonso IX. No obstante, el
territorio estuvo inmerso en otras adscripciones territoriales y administrativas
anteriores, alguna de las cuales subyacieron en la memoria colectiva y sirvieron para armar jurídicamente instituciones posteriores, como fue el caso de
la diócesis civitatense.
38
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
3.1. DE LA ÉPOCA PRERROMANA A LA REPOBLACIÓN LEONESA
Durante la etapa prerromana el territorio estuvo ocupado por los vettones.
Con la incorporación total de Hispania al imperio romano quedó integrado
en torno al 16-13 a. C, dentro de la Lusitania, una de las tres provincias de
Hispania, que se extendía desde el Guadiana hasta el Duero. La capital lusitana fue la ciudad de Mérida, sede a su vez del conventus emeritense, una de
las tres unidades territoriales jurídico-administrativas de Lusitania. Nuestro
territorio se articularía en torno a algunos centros jerárquicos: Miróbriga y
Uronia (Irueña), con presencia de castros romanizados y de algunas villae.
Tras la desaparición del imperio romano y la formación del reino suevo
en el costado noroccidental peninsular, la división provincial hispana debió
sentirse alterada. El territorio entre el Côa y el Águeda pasó a ser un espacio
periférico, de frontera, entre suevos y visigodos, probablemente en la órbita
del primero. Después de la anexión por Leovigildo del reino suevo, que tuvo
lugar en 585, y con la restauración de los límites provinciales, el espacio quedaría incluido nuevamente en la Lusitania, como recoge la división provincial
transmitida en el Anónimo de Rávena (c. 670) (Díaz Cruz, 2019). En cualquier
caso, se trataría de un área ciertamente alejada de una autoridad centralizada,
sujeta a poderes locales que ejercían el dominio desde ocupaciones postromanas formadas por una red de castella o lugares en altura, como Las Merchanas
(Lumbrales), el Lugar Viejo de Yecla o Lerilla (Zamarra) (Martín Viso, 2015).
A comienzos del siglo VII se fundó la sede episcopal de Caliabria, una
antigua parroquia situada entre el Côa y el Duero, perteneciente al obispado
de Viseu, citada en el parroquial suevo de 569-572. La nueva diócesis ocuparía
un espacio entre las de Viseu, Egitania (Idanha) y Salamanca. El colapso del
reino visigodo quebraría la estructura organizativa de la administración
provincial y, probablemente también, parte de la diocesana. Es probable que
Caliabria desapareciera como obispado –sus prelados se documentan hasta
el año 693– si bien los códices medievales de los siglos IX y X (nóminas cordobesa y mozárabe) mantienen su memoria y hacen referencia a la diócesis
calabricense, situándola en la provincia de Lusitania y sufragánea de la metrópoli de Mérida. Con todo, el recuerdo del obispado visigótico de Caliabria
cobraría especial relevancia en la fundación de la diócesis de Ciudad Rodrigo,
en la segunda mitad del siglo XII (Sánchez-Oro, 1997: 52-55).
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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Con los datos que hoy manejamos desconocemos la articulación y organización política del territorio durante los siglos VIII al XI, si bien, parece
que los lugares centrales de referencia como Irueña, Lerilla, Margarida o la
misma Caliabria pervivieron en la memoria del territorio, aun cuando es probable que el papel destacado que tuvieron en la jerarquía territorial se hubiera
quebrado o desaparecido. En cualquier caso, parece que en el solar que ocupa
hoy Ciudad Rodrigo se formó un lugar de centralidad territorial entre los siglos IX y X (Martín Viso, 2015: 56-57). Este centro político y su término terminaría por insertarse en el ámbito de la monarquía leonesa. En el año 1136,
durante el reinado de Alfonso VII, fue adquirido por los salmantinos4, y sobre
él, a partir del reinado de Fernando II, comenzó a implementarse una nueva
articulación política y eclesiástica del territorio.
3.2. DE LA REPOBLACIÓN LEONESA HASTA EL SIGLO XVIII
La expansión de la monarquía leonesa hacia el sur en el siglo XII y, sobre
todo, la independencia de Portugal, a partir de 1143, hizo que el territorio
situado entre los ríos Águeda y Côa adquiriera especial relevancia en los
intereses de ambos reinos, y muy particularmente en el de León.
La concesión de fuero a Ciudad Rodrigo y la entrega de los derechos
episcopales al metropolitano de Santiago por parte de Fernando II, comenzará a configurar, a partir de 1161, el desarrollo de un nuevo concejo en la
Extremadura leonesa, situado entre el sur del Huebra y la vertiente meridional
de la Sierra de Gata. El objetivo no era otro que asegurar los límites suroccidentales del reino y, de esta manera, frenar o replicar la expansión oriental
portuguesa, cuyos intentos ya se habían manifestado un año antes con la
concesión de fuero a Trancoso en 1160 por parte de Alfonso Henriques.
Tanto Fernando II como su sucesor, Alfonso IX, se aseguraron la posesión de las tierras situadas en la margen derecha del Côa. Todo este territorio
quedó sujeto, en un principio, tanto al concejo como a la iglesia de Ciudad
Rodrigo. No obstante, durante el reinado de Alfonso IX, se fueron desgajando y creando los nuevos concejos de Castelo Rodrigo y de Sabugal y,
4.
“Anno quo salmanticenses comparaverunt Civitatem de Rodric cum suo termino”: MARTÍN MARTÍN, José Luis;
VILLAR GARCÍA, Luis Miguel; MARCOS RODRÍGUEZ, Florencio y SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Marciano: Documentos
de los archivos catedralicio y diocesano de Salamanca (siglos XI y XIII). Salamanca, 1977, doc. 10b, pp. 9394.
40
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
después, los de Almeida, Castelo Melhor, Castelo Bom, Alfayates y Vilarmaior. A finales del siglo XIII el territorio ribacudano fue ocupado por D.
Dinis, haciéndose efectivo el dominio portugués por el Tratado de Alcañices
en septiembre de 1297.
3.2.1. El corregimiento
Sobre los territorios de realengo, comienza a documentarse a finales del
siglo XIV la figura del corregidor, un representante del poder real en el
territorio, con sede en Ciudad Rodrigo (Barrios et alii, 1988, doc. 38).
El corregimiento de Ciudad Rodrigo extendía su jurisdicción, además
de la ciudad, a cinco campos o sexmos de su Tierra: Argañán, Camaces,
Yeltes, Agadones y Robledo. Este último comprendía también algunas villas
y lugares de la vertiente meridional de la sierra de Gata cacereña, también
vinculados a la diócesis de Ciudad Rodrigo. De hecho, los corregidores recibieron comisiones y llevaron a cabo iniciativas o pesquisas para actuar en
Robledillo, Descargamaría, Puñoenrostro, Villamiel, Trevejo, San Martín de
Trevejo, Valverde del Fresno o Cilleros. Las villas de señorío –laico o eclesiástico– quedaban eximidas de la jurisdicción del corregidor, si bien, en ocasiones, el rey ordenó a su representante determinadas actuaciones que
afectaban a los lugares o villas exentas5.
3.2.2. El territorio diocesano
A grandes rasgos, la Tierra de Ciudad Rodrigo coincidía con los límites
de la diócesis civitatense. La entrega de los derechos episcopales al electo de
Compostela el 13 de febrero de 1161, y la consagración en 1168 del primer
obispo civitatense, provocó la oposición de la iglesia de Salamanca. Esta elevó
su reclamación al Papa, al sentirse perjudicada, pues el nuevo obispado le suponía la pérdida de un importante territorio. Ante los problemas jurisdiccionales originados, el prelado Domingo, que inicialmente había confirmado
5.
Así, en el proyecto de 1571 de reparto de moriscos, el rey ordenaba a su corregidor que “salgáis a resçibir los
700 moriscos al lugar de vuestra jurisdiçion que fuere mas cerca, y a propósito del camino que traen y los
hagáis repartir en esa dicha ciudad y lugares de su tierra y jurisdiçion y villas exentas de ella y otros lugares
abadengos y de señorío que estubieren cerca de la dicha vuestra jurisdiçion”. AGS. Cámara de Castilla. Leg.
2161. Fol. 67. En la relación se incluye un total de 80 poblaciones.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
41
documentos como electus Civitatis Roderici 6, una vez consagrado comenzó
a usar la fórmula calabriensis episcopus 7, con lo que se pretendía vincular o
justificar la restauratio de la diócesis visigótica, dando a entender que lo que
se producía era un traslado de la antigua sede; para fortalecer o afirmar aún
más esta idea, en enero de 1171 Fernando II entregó al obispo e iglesia de
Santa María de Ciudad Rodrigo la “civitatem dictam Caliabriam, que iacet
inter Cudam et Agadam8.
No obstante, para consolidar jurídicamente la nueva diócesis, era preciso
salvar el escollo con Salamanca. Tras la intervención del cardenal Jacinto, los
cabildos de ambas iglesias llegaron a establecer una concordia a primeros de
1174. Por esta avenencia pasaron a la diócesis de Ciudad Rodrigo las parroquias de Bobadilla, Cabrillas, Soutel de Arrago, Soutel de León y Abusejo, si
bien los frutos de las villas situadas entre los ríos Yeltes y Huebra quedarían
proindiviso. Por otro lado, ya no hacía falta recurrir a Caliabria, por lo que el
nuevo prelado, Pedro da Ponte, comenzó a firmar como civitatensis episcopus.
Fijados los límites diocesanos por el nordeste con Salamanca, se fijaron
también los del sur, en este caso con la Iglesia de Coria. En 1191 se estableció
una concordia sobre las villas de Valdárrago, en el sur de la Sierra de Gata,
mediante la cual, quedaron para Coria las villas de Puñoenrostro, Puñosa y
Cadalso, mientras que Robledillo y Descargamaría se adjudicaron a la diócesis civitatense.
Así pues, a finales del siglo XII, la extensión y contorno del obispado de
Ciudad Rodrigo fueron quedando establecidos. Al nordeste, el límite con la
diócesis de Salamanca, lo marcaba el río Huebra, mientras que al este, ambos
obispados se encontraban en el área de la Sierra de Francia. Al sur, las villas
de Robledillo, Descargamaría, Eljas, San Martín, Villamiel y Trevejo eran
territorio civitatense. Al oeste, el territorio diocesano se extendía por la
6.
Así confirma el documento de 10 de julio de 1168, en el que el rey hace entrega de la villa de Cuntis a la iglesia
compostelana, según recoge LÓPEZ FERREIRO, Antonio: Historia de la Santa Iglesia de Santiago de Compostela.
Santiago, 1901, IV, apéndice XXXIX. S.
7.
Lo hace, junto a otros obispos, en el documento de 31 de octubre de 1168, estante en León, cuando Fernando
II confirmó el documento anterior. Sobre todo ello véase FITA, Fidel: “Don Domingo, obispo de Caliabria en
1172”. Boletín de la Real Academia de la Historia, nº 62, 1913, pp. 270275.
8.
Recoge el documento SÁNCHEZ CABAÑAS, Antonio: Historia civitatense, estudio introductorio y edición de
Ángel Barrios García e Iñaki Martín Viso. Salamanca, 2001, p. 174.
42
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
comarca de Riba Côa, que –aún después del Tratado de Alcañices– continuó
ligada a la diócesis de Ciudad Rodrigo hasta 1403, cuando el papa concedió
la administración a la diócesis de Lamego (Martín Benito, 2005: 330-332 y
367-368).
Hasta el momento en el que la comarca ribacudana perteneció a la
diócesis civitatense, esta se dividió en cinco arciprestazgos: “el de Çiudad
Rodrigo, el de Yeltes, el de Camazes, el de Fuenteguinaldo y el de Castelo
Rodrigo, ribera de Coa, que aora es de Portugal” (Sánchez Cabañas, 2001: 162-163).
En el siglo XVI la división interna del obispado seguía en buena parte
la propia del corregimiento. Así, en la relación de pilas y vecinos de 1587,
quedaba establecida en: la Ciudad y arciprestazgos o campos de Camaces,
Yeltes, Argañán, Malvarín y la Sierra. El Campo de Malvarín venía a coincidir con los de Robledo y Agadones del corregimiento, mientras que el de la
Sierra, incorporaba las villas de la Villasrubias, Navasfrías, San Martín de
Trevejo, Villamiel, Trevejo y Las Eljas. Por su parte, otras villas de la vertiente sur de la Sierra de Gata, como Robledillo y Descargamaría, se incluían
en el campo de Agadones (AGS, Patronato eclesiástico, 136).
Los límites diocesanos según recogía Sánchez Cabañas en 1622 en su
Historia civitatense eran: al norte, el río Duero, que le separaba de los términos del arzobispado de Braga en Freixo de Espada à Cinta; al este, el río
Huebra le separaba de Salamanca; por el sur, el río Arrago marcaba los
términos con la diócesis de Coria, mientras que por el oeste, el río Turones
lo hacía con el obispado de Lamego. El obispado tenía entonces 96 pilas,
repartidas por más de 250 lugares, algunos de los cuales eran de señorío o
pertenecían a mayorazgos y a encomiendas. La diócesis era sufragánea del
arzobispado de Compostela, mientras que en lo relacionado con la Inquisición se incluía en el distrito de Llerena, en Extremadura.
3.3. LA GEOGRAFÍA POLÍTICA Y ECLESIÁSTICA EN EL SIGLO XVIII
Durante el Antiguo Régimen, el resto del partido de Ciudad Rodrigo,
organizado por sexmos, era comprendido por los campos de Argañán,
Robledo, Agadones, Yeltes y Camaces, junto a la ciudad y su socampana.
Esta demarcación civil coincidía básicamente con la del alfoz medieval y con
la demarcación eclesiástica de la diócesis civitatense.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
43
Fig. 9. El partido de Ciudad Rodrigo y sus campos en la segunda mitad del siglo XVIII.
Fuente: Llorente Maldonado, 1976.
3.3.1. El partido de Ciudad Rodrigo (fig. 9)
En 1749 la Corona creó veintidós intendencias o provincias, entre ellas
la de Salamanca, en cuyo extremo occidental se situaba el territorio del
corregimiento o partido de Ciudad Rodrigo, con una extensión de trece
leguas de norte a sur y de once de levante a poniente. Al norte y oeste confinaba con el reino de Portugal, al este con el corregimiento de Salamanca,
mientras que al sur se situaba la provincia de Extremadura, con los corregimientos de Plasencia, Granadilla, Coria y Alcántara.
44
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
La ciudad de Ciudad Rodrigo ocupaba un lugar central en el espacio
físico de su departamento. Su Tierra, como en siglos anteriores, se dividía en
los campos o sexmos de Yeltes, Argañán, Camaces, Agadones y Robledo,
representado cada uno por un sexmero procurador síndico general, “elegido
a pluralidad de votos de Vocales de los Pueblos que de respectivamente consta”,
formando todos la Comunidad de la Tierra, según recoge el Libro del Bastón
de 1770. Dicha comunidad comprendía, además de la ciudad y su socampana,
un total de 43 villas, 202 lugares, dehesas y alquerías y 20 “sitios o pedazos
valdíos”, lo que hacía un total de 266 pueblos, despoblados o términos.
La capitalidad de la intendencia de Salamanca, junto a varias instituciones
hacendísticas, residió en Ciudad Rodrigo hasta 1789. El Libro del Bastón,
recoge que “Esta ciudad es capital de la provincia, declarada por Su Magestad.
Reside en la misma, cabeza de este Partido, el intendente y oficinas principales
de la Real Hacienda, cuales son Contaduría de Rentas, Única Contribución,
Administraciones generales de Rentas provinciales y Aduanas”. La ciudad era
también “la plaza principal de armas de la frontera y provincia de Castilla”,
como recogen las Respuestas al Catastro de Ensenada de 22 de diciembre
de 1750.
La división de España dividida en provincias e intendencias de 1789,
conocida también como Nomenclátor de Floridablanca divide la provincia
salmantina en dos corregimientos: el de Ciudad Rodrigo y el de Salamanca9.
En el corregimiento y partido de Ciudad Rodrigo estaban los seis distritos
ya señalados: la ciudad y los cinco campos o sexmos de Agadones, Argañán,
Camaces, Yeltes y Robledo, junto a 22 villas eximidas. En el corregimiento
había un total de 39 pueblos (37 villas y 2 lugares) cuya jurisdicción estaba
enajenada de la Corona. Eran estas las 22 villas eximidas de su vinculación
a los campos o sexmos, junto a otras 17 que sí se incluían en los campos de
Argañán, Camaces, Yeltes y Robledo, que al igual que las exentas, estaban
sujetas al señorío jurisdiccional laico, eclesiástico o propio. Entre los señores
9.
Relación de las ciudades, villas, lugares, aldeas, granjas, cotos redondos, cortijos y despoblados de España, y
sus islas adyacentes, con expresión de la provincia, partido y termino á que pertenecen., formado por las rela
ciones originales de los intendentes de las provincias del Reino, á quinees se pidieron de orden de Su Magestad
por el excelentísimo señor conde de Floridablanca, y su Ministerio de Estado, en 22 de marzo de 1785. Imprenta
real 1789, pp. 97100.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
45
estaban: el obispo de Ciudad Rodrigo, que ejercía la jurisdicción sobre La
Saucedilla, Bermellar, Lumbrales, La Redonda, Sepúlveda y Monsagro; el
duque de Alba, señor de Fuenteguinaldo, San Felices de los Gallegos, Ahigal
y Barba de Puerco (Puertoseguro); la marquesa de Cerralbo, señora de este
villa, junto a las de Bañobárez y Alba de Yeltes; el conde de Benavente, con
jurisdicción sobre El Bodón; el conde de Quintanilla sobre Cabrillas; el de
las Amayuelas sobre Campocerrado; el duque de Montellano sobre Retortillo;
el marqués de Tenebrón y el de la Hinojosa, sobre las villas de su nombre; el
marqués de Espeja, sobre esta villa y la de El Payo de Valencia; el conde Oropesa ejercía la de Descargamaría y Robledillo; el marqués de Cardeñosa sobre
Villavieja, Pedraza y Sobradillo; la Encomienda de Trevejo, de la orden de
San Juan, sobre Villasrubias, Villamiel, Trevejo y San Martín de Trevejo; el
monasterio portugués de San Bernardo de Aguiar sobre La Bouza, el de San
Vicente de Salamanca sobre Saelices el Chico, mientras que las comendadoras
de Sancti Spiritus de Salamanca, de la Orden de Santiago, lo hacían sobre La
Zarza. Por su parte, el Fisco Real ejercía la jurisdicción de Casilla de Flores
y Peñaparda, mientras que Salvatierra de Francia era de don Vicente María
de Borja. Las villas que ostentaron su propio señorío, por haber comprado la
jurisdicción, fueron Villar de la Yegua, La Encina y La Fregeneda10.
3.3.2. La diócesis
En cuanto a la demarcación eclesiástica, el obispado era sufragáneo de la
archidiócesis de Compostela. El informe ad limina que el obispo José Díaz
Santos de San Pedro envió a Roma en 1718, recordaba que la diócesis civitatense confinaba con las de Salamanca y Coria y el reino de Portugal, conformando un territorio compuesto, además de la ciudad, por los campos de
Abadengo, Yeltes, Robledo, Argañán y la Sierra, teniendo una extensión de
52 millas de norte a sur y de 48 de este a oeste, y comprendiendo un total de
82 parroquias (Tellechea Idígoras, 1996: 98-100). Mayor precisión, en cuanto
a los límites con Portugal, arrojaba el informe del prelado Pedro Gómez de la
Torre de 1749, añadiendo que el obispado limitaba al norte con el de Braga y
a poniente con el de Lamego, con una extensión de 17 leguas de largo por 15
10.
España dividida en provincias é intendencias y subdividida en partidos, corregimientos, alcaldías mayores,
gobiernos políticos y militares, así realengos como de órdenes, abadengo y señorío. Tomo I. En la imprenta
real, 1789, pp. 432436 y 456457.
46
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
de ancho, añadiendo que había 63 iglesias parroquiales, que tenían 30 iglesias
anexas (Tellechea, 1996: 106-107)11. En 1770 se creó la diócesis piñalense,
como territorio separado de la de Lamego, lo que se reflejó en los informes ad
limina remitidos a la Santa Sede. Así, en el de 1800, el obispo Juan Uría y
Valdés, señalaba que la diócesis de Ciudad Rodrigo limitaba en Portugal con
las diócesis de Egitania (Guarda) y Pinhel (Tellechea Idígoras, 1996: 127).
3.4. LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO EN LOS SIGLOS XIX Y XX
La Constitución de Cádiz de 1812 estableció en su artículo 273 la creación de partidos judiciales. La diputación de Salamanca, reunida por vez
primera el 14 de agosto de 1813, distribuyó la provincia en ocho partidos: Salamanca, Ciudad Rodrigo, Peñaranda, Ledesma, Béjar, Vitigudino, Sequeros y
Barco de Ávila, pero esta división no llegó a aplicarse, en principio por los desacuerdos con la Audiencia de Valladolid, y a la postre, por el restablecimiento
del absolutismo de Fernando VII. De este modo, la división del Antiguo
Régimen se mantuvo hasta la llegada del Trienio Liberal. Las Cortes españolas
aprobaron la Orden de 2 de noviembre de 1820 que dividía provisionalmente
la provincia salmantina en ocho partidos con las siguientes capitales: Salamanca, Ciudad Rodrigo, Alba de Tormes, Sequeros, Piedrahita, Ledesma,
Vitigudino y Béjar. Liquidado el gobierno liberal y restablecido el absolutismo
en 1823, se volvió a la situación anterior (Polo Martín, 2015: 283-284).
De este modo, el Diccionario de Sebastián Miñano, de 1826, situó el partido de Ciudad Rodrigo en la provincia de Salamanca, con la división tradicional de sus cinco campos: Yeltes, Camaces, Agadones, Robledo, Argañán
y Socampana de la ciudad. Confinaba con Extremadura al sur y al este con
el cuarto de Baños y la Sierra de Francia. Los ríos Huebra y Yeltes le separaban con el partido de Ledesma al norte, mientras que por el oeste, los ríos
Águeda, Duero y Turones le servían de frontera con Portugal (fig. 10). La
ciudad era la cabeza de su partido y obispado, así como plaza de armas, donde
residía el gobernador militar y político y el intendente de policía12.
11.
El mismo número de parroquias e iglesias anexas se citan en los informes ad limina de 1753 y 1757, el primero
también de Pedro Gómez de la Torre y el segundo del prelado José Francisco Biguezal; este último confirma
los datos anteriores en cuanto a los confines, extensión y número de iglesias (Tellechea, 1996, pp. 114).
12.
Diccionario geográficoestadístico de España y Portugal. Tomo III. Madrid, 1826, pp. 119120.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
47
Fig. 10. La provincia de Salamanca en 1847, según R. Alabern y E. Mabon.
3.4.1. El partido judicial
La división del Antiguo Régimen subsistió hasta el advenimiento del
liberalismo. El Real decreto de 3 de diciembre de 1833 estableció un total de
49 provincias, que adoptaron el nombre de sus respectivas capitales. El reino
de León incluía las de León, Zamora y Salamanca, quedando integrado en
esta el antiguo partido de Ciudad Rodrigo. El 21 de abril de 1834 se publicó
otro real decreto por el que se subdividían las provincias en partidos judiciales. En la de Salamanca se crearon los de Alba de Tormes, Béjar, Ciudad
Rodrigo, Ledesma, Peñaranda de Bracamonte, Salamanca, Sequeros y Vitigudino. El partido judicial de Ciudad Rodrigo quedó integrado por 78 poblaciones, superado por los de Ledesma y Salamanca, con 89 y 82 pueblos,
respectivamente. Empero, el de Ciudad Rodrigo, con 36.320 habitantes, era
el más poblado de toda la provincia. Por su parte, el de Vitigudino incorporaba poblaciones del antiguo partido de Ciudad Rodrigo, como Ahigal,
Bañobárez, Bogajo, Cerralbo, La Fregeneda, Fuenteliante, Hinojosa de
48
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Duero, Lumbrales, Olmedo, La Redonda, San Felices de los Gallegos,
Sobradillo y Villavieja. Por otro lado, las villas de Descargamaría, Robledillo,
Trevejo, San Martín de Trevejo y Villamiel, del antiguo partido de Ciudad
Rodrigo, quedaron integradas en el partido judicial de Gata, dentro de la
provincia de Cáceres13. Se fragmentaba así la secular división de un territorio
en el que, generalmente, habían coincidido lo político, del antiguo corregimiento o partido de Ciudad Rodrigo, con la administración eclesiástica de la
diócesis civitatense.
El partido judicial mirobrigense limitaba al norte con el de Ledesma y
Vitigudino, al este con el partido de Sequeros, al sur con los de Granadilla y
Hoyos, en la provincia de Cáceres y al oeste con Portugal. Los límites geográficos venían marcados por los ríos Huebra y Yeltes al norte-nordeste, las
sierras de Francia y de Gata al este y al sur, respectivamente, y el Águeda y
el Turones al oeste en los confines con Portugal.
Los partidos fueron también la base de los distritos uninominales para la
elección de diputados a las Cortes Españolas. Así, durante el régimen liberal,
y desde 1846- en la provincia salmantina se configuraron los distritos de
Salamanca, Béjar, Ciudad Rodrigo, Ledesma, Vitigudino y Peñaranda, cada
uno de los cuales elegía un representante. Esta situación se mantuvo hasta la
ley electoral de 18 de julio de 1865, cuando la provincia de Salamanca contó
solo con un distrito electoral (Serrano García, 2002: 168). La situación se
restableció durante el Sexenio revolucionario, con la ley electoral de 20 de
agosto de 187014. El distrito electoral de Ciudad Rodrigo estaba compuesto,
según la reforma de 8 de marzo de 1887 por trece secciones, con cabeza en
Ciudad Rodrigo, Robleda, Bodón, Fuenteguinaldo, Martiago, Navasfrías,
Fuentes de Oñoro, Gallegos de Argañán, Villar del Ciervo, Serradilla del
Arroyo, Sancti Spiritus, Saelices el Chico, Retortillo y Aldehuela de Yeltes.
Cada sección –excepto la de Ciudad Rodrigo– agrupaba varias poblaciones15.
El distrito se mantuvo hasta las elecciones de 1923, las últimas a las Cortes
generales del periodo de la Restauración.
13.
Subdivisión de partidos judiciales de la nueva división territorial de la península é isla adyacentes, aprobada
por S. M. en el Real Decreto de 21 de abril de 1834. Madrid, 1834, pp. 49, 192193.
14.
Gaceta de Madrid, de 21 de agosto de 870, nº 233, arts. 108132.
15.
Colección legislativa de España. Primer semestre de 1887. Tomo CXXXVIII. Madrid, 1888, pp. 192194.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
49
Intentos hubo, no obstante, en 1843 y 1854 de separarse de la provincia
de Salamanca, mediante la creación de una nueva, con Ciudad Rodrigo como
capital. El 25 de agosto de 1843 el ayuntamiento de Ciudad Rodrigo elevó
una solicitud a las Cortes españolas, reclamando la creación de la nueva
provincia, mediante la segregación de tres partidos judiciales de Salamanca
y dos de la de Cáceres.
Pero si en el plano político-administrativo, la dependencia de Salamanca
se mantuvo inalterable, la plaza de Ciudad Rodrigo fue sede del gobierno
militar de la provincia. El Real Decreto de 21 de diciembre de 1852 había
dispuesto que siempre que en el territorio de una provincia civil hubiese una
plaza de guerra, su gobernador militar lo sería también de esta. Por disposición de 1 de octubre de 1867, se estableció que el gobernador de la provincia
de Salamanca lo fuera también de Ciudad Rodrigo, en cuya plaza había de
residir, si bien pocos días más tarde, el 24 de octubre, la orden fue revocada16.
No obstante, el gobernador debió vivir en Ciudad Rodrigo, pues la Guía
geográfico militar de España de 1879 recoge que la ciudad “es residencia
habitual del Excmo. Sr. Brigadier Gobernador militar de la provincia, Jefe
de la Comandancia de Carabineros y del de Artillería”17.
Asimismo, desde finales del siglo XIX los anuarios militares españoles
recogen la residencia del gobernador militar en la plaza de Ciudad Rodrigo,
con la excepción de 189218. En la división territorial militar de la península,
islas adyacentes y posesiones del norte de África de 1921, se especificaba que
el gobierno militar de la provincia de Salamanca residiría en Ciudad Rodrigo
con carácter eventual19. Así se mantuvo, hasta 1922, en que el gobernador
pasó a la capital de la provincia. Ese año la guarnición de Ciudad Rodrigo
estaba compuesta por dos compañías del Regimiento Infantería de Toledo,
nº 35 y dos escuadrones del Regimiento de Cazadores Albuera, 16º de
16.
Organización y estado militar de España y ultramar, en 1º de enero de 1869, con un apéndice que contiene
las alteraciones ocurridas hasta 20 de abril. Madrid, 1869, p. 184.
17.
Ese año se proyectaba establecer la casa vivienda del gobernador y las oficinas del gobierno militar en el cuar
tel de Milicias. Por entonces, la guarnición de la plaza se componía de tres secciones de Infantería, una de
Artillería a pie y otra de Caballería. Guía geográficomilitar de España y provincias ultramarinas, por D. Luis
Romero Aguirre, teniente del batallón reserva de Logroño, numero 14. España peninsular, Tomo I. Logroño,
1879, pp. 498499.
18.
Anuario militar de España. Madrid, 1892, p. 108.
19.
Anuario militar de España. Madrid, 1921, p. 101.
50
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Caballería20. Enclavada a 30 km. de la frontera portuguesa, la ciudad había
sido plaza fuerte de segundo orden desde el XIX.
3.4.2. La diócesis
También el territorio diocesano experimentó cambios a lo largo del siglo
XIX. El principal, y muy convulso, la anexión de la diócesis a Salamanca
como resultado del Concordato de 1851 (Martín Benito, 2005: 516-517). Por
entonces, según el Diccionario de P. Madoz, la diócesis contaba con 84
parroquias matrices y 12 anejas, con unas cien iglesias abiertas al público y
133 ermitas y santuarios. Limitaba con los obispados de Braga, Lamego,
Salamanca y Coria21. La anexión supuso que la catedral civitatense quedara
reducida a colegiata, como recogía en 1873 el apéndice del informe ad limina
de Lluch y Garriga, obispo de Salamanca.
En 1874 pasaron a la diócesis de Ciudad Rodrigo las parroquias de la
vicaría de Barruecopardo, hasta entonces dependientes de la Orden militar
de Santiago, como resultado de la abolición de las jurisdicciones eclesiásticas
exentas. De este modo, el territorio diocesano se incrementó al norte con las
parroquias de Barruecopardo, Saucelle, Saldeana, Barreras, Cerezal de
Peñahorcada, Valderrodrigo, Barceo, Barceíno, El Milano y Villasbuenas.
Sin embargo, no pasó a Ciudad Rodrigo el convento de Nª Sª de la Peña de
Francia, que quedó sujeto a la diócesis de Salamanca, lo que generaría en el
futuro la reclamación civitatense (Martín Matías, 1998).
Las intensas reclamaciones desde Ciudad Rodrigo para mantener la diócesis y conseguir el nombramiento de un administrador apostólico dieron su
fruto y el 25 de diciembre de 1884, el papa León XIII hizo dicho nombramiento en la persona de José Tomás de Mazarrasa y Riva, con el título de
obispo de Filipópolis. Sus sucesores siguieron ostentando títulos de diócesis
extintas o desaparecidas.
La situación de administración apostólica se mantuvo hasta 1950. Las
peticiones no solo de conservar la diócesis, sino de elevarla a la categoría de
sufragánea, con un obispo titular se sucedieron durante la primera mitad del
20.
21.
Anuario militar de España. Madrid, 1921, pp. 152153.
Diccionario geográficoestadísticohistórico de España y sus posesiones de ultramar. Madrid, 18451850, reed.
1984, p. 104 y ss.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
51
siglo XX y tras algunos momentos de incertidumbre (1941-1945), desembocaron
y cristalizaron en la restitución de la mitra civitatense. Con el convenio firmado
en 1949 entre el Gobierno de España y la Santa Sede, Ciudad Rodrigo recobraba un obispo propio y su cabildo completo. El 9 de enero de 1950 se
promulgó un Decreto, por el que se elevaba a la categoría de diócesis, con los
mismos derechos que las existentes, a las sedes de Albacete, Barbastro, Bilbao,
Ciudad Rodrigo, Ibiza y San Sebastián, con lo que el nuevo prelado, Jesús
Enciso Viana pudo llevar ya el título de obispo de Ciudad Rodrigo.
En 1958 los límites diocesanos experimentaron variaciones, como consecuencia del reajuste producido por el Concordato de 1953. Con la idea de
hacer coincidir los límites diocesanos con los provinciales, pasaron a la diócesis
de Coria-Cáceres las parroquias del sur de la Sierra de Gata que hasta entonces
habían sido de Ciudad Rodrigo: San Martín de Trevejo, Villamiel, Eljas,
Robledillo de Gata y Descargamaría. Como compensación, Ciudad Rodrigo
recibió las parroquias salmantinas de Aldenanueva de la Sierra, Mieza, Muñoz,
San Muñoz, Sanchón de la Sagrada, La Sagrada, Tamames, Villares de Yeltes
con la filial de Pedro Álvaro y Vilvestre. También pasó a la diócesis civitatense
el monasterio de Nª Sª de Porta Coeli del Zarzoso (El Cabaco), pero no lo
hizo el santuario de la Peña de Francia, a pesar de la bula de Pío IX (14-81873), que mandaba incorporar los territorios exentos a la diócesis más
próxima22. De este modo, aunque los límites cambiaron, la extensión en km2
se mantuvo, aumentando de 106 a 110 el número de parroquias.
3.4.3. Partido, comarca y diócesis en el siglo XXI
En la actualidad el partido judicial de Ciudad Rodrigo está compuesto
por un total de 58 municipios, con una población total de 25.216 habitantes,
a 1 de enero de 2021, de los cuales 12.065 están censados en la capital del
partido. En el año 2000 la población del partido era de 33.661 personas,
mientras que la ciudad tenía 14.556. Esto supone un descenso del 25,09 % en
el partido y un 17,22 % en la ciudad, en estas primeras dos décadas del siglo
XXI23. La ciudad dispone de 2 juzgados de primera instancia.
22.
23.
Estadística de la Diócesis de Ciudad Rodrigo 1975. Salamanca, 1975, pp. 5 y 6.
Datos del Instituto Nacional de Estadística.
52
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Junto al mapa del partido judicial se han ido superponiendo otros en el
territorio rodericense, que tratan de ofrecer servicios a la población: sanitarios,
agrarios, de desarrollo comarcal. Así, dentro del Área de Salud de Salamanca,
la comarca mirobrigense se reparte en varias Zonas Básicas de Salud (ZBS):
la de Ciudad Rodrigo incluye a 14 municipios y 33 localidades; la de Fuenteguinaldo a 8 y 10 y; la de Robleda, 9 y 14; la de la Fuentes de Oñoro, 10
municipios y 20 poblaciones. Otras poblaciones de la antigua Tierra de Ciudad Rodrigo se distribuyen, a su vez, en las ZBS de Lumbrales, Vitigudino,
La Alberca y Tamames24.
La puesta en marcha de programas de desarrollo rural en la década de
1990 en torno a los programas LEADER, impulsados por la Comunidad
Europea, fue generando en España la constitución de grupos de acción local
(GAL), que agruparon a municipios, asociaciones y al sector privado. En la
convocatoria de 1991-1994 participaron en nuestro país un total de 52 de estos
grupos, que se elevaron a 132 en la de 1994-1999. Las distintas y sucesivas
convocatorias en años posteriores hicieron que en la provincia de Salamanca
quedaran definitivamente constituidos cinco de estos grupos, surgidos inicialmente a proyectos LEADER o PRODER.
Dentro de estos, el área de actuación del grupo que más se corresponde
con el actual mapa del partido judicial es el de la Asociación para el Desarrollo
de la Comarca de Ciudad Rodrigo (ADECOCIR). Constituida el 18 de agosto
de 1994, agrupa un total de 54 poblaciones, si bien incluye entre otras de fuera
del partido, pero de la Tierra civitatense, como La Fuente de San Esteban y
Puebla de Yeltes; por otro lado, las de la Sierra de Francia del partido mirobrigense se incluyen en ADRISS (Asociación para el Desarrollo Rural Integral
de las Sierras de Salamanca). Otras localidades, vinculadas a la diócesis, y sitas
en la comarca de Abadengo y campo de Camaces, se integran en ADEZOS
(Asociación para el Desarrollo de la Zona Oeste de Salamanca).
En cuanto a los servicios agrarios, el territorio cuenta con tres secciones
agrarias comarcales, con sede en Vitigudino, La Fuente de San Esteban y
Ciudad Rodrigo.
24.
Guía de ordenación sanitaria de Castilla y León. Portal de Salud, SACYL.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
53
Fig. 11. La diócesis de Ciudad Rodrigo en el mapa eclesiástico de España.
Fuente: Conferencia Episcopal Española.
La administración que abarca un mayor número de poblaciones es la diócesis (figs. 11 y 12). Ubicada en la provincia eclesiástica de Valladolid, tiene
una extensión de 4.264 km2 y una población de 33.846 habitantes. Cuenta
con 121 parroquias, que se distribuyen en sus 7 arciprestazgos: Abadengo,
Águeda, Argañán, La Ribera, Ciudad Rodrigo, Campo Charro y Yeltes25.
La pérdida de población que afecta al oeste peninsular se ha cebado también
con el territorio diocesano. De los 100.572 habitantes que alcanzaba en 1960
pasó a 62.297 en 1975 y a 46.329 en 199726. Desde el 15 de noviembre de
2021, por decisión de la Santa Sede, las mitras de Ciudad Rodrigo y Salamanca se unieron en la persona de monseñor José Luis Retana.
Así pues, en la actualidad, en la Tierra de Ciudad Rodrigo no hay una
estructura jurídica única, sino que superponen varios mapas administrativos
(eclesiástico, político-judicial, de prestación de servicios (sanitarios y agrarios,
principalmente) y de desarrollo comarcal.
25.
Página web de la Diócesis de Ciudad Rodrigo https://www.diocesisciudadrodrigo.org/blog4/ladiocesis/
Los datos demográficos se corresponden con el censo de 1 de enero de 2020.
26.
Estadística de la Diócesis de Ciudad Rodrigo 1975. Salamanca, 1975, p. 6 y Guía de la Diócesis de Ciudad
Rodrigo. Ciudad Rodrigo, 1997.
54
JOSÉ IGNACIO MARTÍN BENITO
Fig. 12. Extensión actual del territorio diocesano de Ciudad Rodrigo.
Fuente: Diócesis de Ciudad Rodrigo.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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Llegados a este punto convendría hacer una reflexión entre los términos
comarca y tierra. Así, como el primero es de uso coloquial y tiende a equipararse, principalmente, con la extensión del actual partido judicial de Ciudad
Rodrigo, el segundo es un término bastante más esporádico, restringido su
uso, sobre todo, a trabajos de ámbito científico, si bien sirve también para
dar nombre a uno de los dos institutos de educación secundaria de la ciudad.
En cualquier caso, el término comarca resulta mucho más reduccionista, pues
dejaría fuera a las poblaciones del Abadengo, vinculadas históricamente a la
Tierra de Ciudad Rodrigo y a la diócesis civitatense.
Es esta, la diócesis, la única administración actual que mejor representa
el legado espacial de la Tierra de Ciudad Rodrigo. Bien es cierto que el territorio diocesano ha ido experimentando variaciones a lo largo del tiempo,
como las últimas de 1958, que dejaron fuera las poblaciones cacereñas de San
Martín de Trevejo, Trevejo, Villamiel, Eljas, Robledillo y Descargamaría,
ligados históricamente a la tierra mirobrigense.
De este modo, la comarca de Ciudad Rodrigo ocupa poco más de la
cuarta parte de la provincia de Salamanca, mientras que la diócesis representa
un tercio de su extensión. Así pues, aun estando más en desuso el término
tierra que el de comarca, aquel resulta mucho más representativo para referirse al territorio del que se ocupa esta historia: la Tierra de Ciudad Rodrigo.
ÁMBITO FÍSICO Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LA TIERRA DE CIUDAD RODRIGO
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